Era un oficial del ejército romano, que desempeñando un alto puesto administrativo, en Nórica de Austria, fue acusado por el gobernador Aquilino de ser cristiano. El mismo se entregó a los soldados del gobernador y efectuó una valiente confesión de su fe. Fue azotado varias veces y torturado de diversas formas hasta que entregó su vida el año 304, siendo emperador Diocleciano.