Mons. Ojea destaca el servicio de Francisco por la paz y por los pobres
- 1 de mayo, 2025
- Buenos Aires (AICA)
El obispo emérito de San Isidro resumió en estos puntos, entre otros, el pontificado de Jorge Bergoglio y el legado que el argentino le deja a la Iglesia y al mundo.

En diálogo con Caminos de Encuentro, el programa que produce la Oficina de Comunicación y Prensa de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y que conduce el presbítero Máximo Jurcinovic, monseñor Oscar Ojea, obispo emérito de San Isidro y antiguo presidente del Episcopado, se refirió al papado de Francisco.
Ante la pregunta sobre cuáles serían las ideas que resumen el pontificado de Jorge Bergoglio, monseñor Ojea respondió: "Ha sido un tiempo prolongado en el que Francisco ha enfrentado situaciones tremendas, difíciles, como la guerra o las internas de la Iglesia.
"El Papa fue un servidor de la paz, creo que entregó su vida por la paz", puntualizó y graficó: "En abril de 2019, cuando él llama a los líderes de Sudán del Sur a un retiro espiritual en Santa Marta y, como las negociaciones no habían dado resultado, él les pide arrodillarse delante de ellos y besarles los pies, y lo hace diciéndoles, les imploro, y les ruego que continúen las negociaciones. Creo que ese gesto fue algo que impresionó muchísimo".
"Después todo ese arrojo del papa de presentarse en la embajada rusa, inmediatamente que se desencadenara la guerra con Ucrania; y al mismo tiempo sabemos de su diaria comunicación con la parroquia de Gaza, que de alguna manera lo ponía al tanto de la situación en esa zona del Medio Oriente tan sufrida, donde han muerto tantos niños y tantos ancianos".
Monseñor Ojea revaloró también su trabajo pastoral por la causa de los pobres, especialmente en el tema de los migrantes".
"Su primer gesto de ir a Lampedusa al comienzo del pontificado es muy gráfico. El papa atacó con crudeza las razones de la pobreza y tuvo una compasión profunda frente al necesitado", puntualizó.
"Destacamos el trabajo por la paz, el trabajo por los pobres y los marginados, a quienes él buscaba poner en el centro del camino de la Iglesia y la renovación de la evangelización, representado en la Alegría del Evangelio, un documento programático y un impulso al anuncio del Evangelio, sin miedo".
"Sumaría los mensajes a los jóvenes, con qué claridad y con qué fuerza, detrás del pedir que hagan lío en el fondo es dar testimonio del Evangelio, animarse a proclamarlo, animarse a vivirlo; las invitaciones a no tener miedo y a tener esperanza.+