El obispo de San Isidro reflexionó sobre la parábola del propietario de la viña, a la que consideró "una invitación a convertir el corazón y a buscar incluir a todos". Invitó a rezar por el Sínodo.
"Cuando podemos perdonar de corazón, cuando nos ponemos en el lugar del otro, cuando tomamos distancia; verdaderamente nos sentimos hombres libres", aseguró el obispo de San Isidro.
El presidente del Episcopado hizo esa exhortación al convocar a la Jornada de Oración y Reflexión sobre la Trata de Personas, que se realizará el próximo domingo 17 de septiembre.
"No nos corresponde", recalcó el presidente del Episcopado en una reflexión sobre este tiempo en el que la sociedad debe asumir su compromiso común ante las elecciones generales de octubre.