Sábado 23 de noviembre de 2024

Volvieron los peregrinos a Fátima y rezan a la Virgen por la paz mundial

  • 13 de mayo, 2022
  • Fátima (Portugal) (AICA)
El enviado papal, monseñor Edgar Peña Parra, pidió a la Virgen que desate los nudos de "las noches oscuras de la vida y del mundo" y lamentó que la humanidad carezca del "vino de fraternidad y paz".
Doná a AICA.org

El sustituto para asuntos generales de la Secretaría de Estado vaticana, monseñor Edgar Peña Parra, presidió esta noche la Procesión de las Velas en Fátima (Portugal), donde pidió la intercesión de Virgen por las noches oscuras de la vida y del mundo, lamentando que “el banquete de la humanidad” carezca del “vino de fraternidad y paz”.

A partir de la liturgia proclamada, que relata el episodio de las Bodas de Caná, el prelado advirtió sobre la necesidad de “una mirada holística de nuestra vida y del mundo para valorar cuándo falta el vino de la fe”, además “del fracaso y del cansancio, se rompen los sueños, se rompen las relaciones y nos invade la amargura de los conflictos o la soledad”, y reconoció que, en el mundo de hoy, “el egoísmo y el rencor estallan a menudo, como en este tiempo, en la violencia atroz y bárbara de la guerra, donde no hay vencedores ni vencidos, sino sólo lágrimas”.

“En la mesa de nuestro mundo, en el banquete de la humanidad, falta el vino de la fraternidad y de la paz, mientras estallan a menudo el egoísmo y el rencor, como, en nuestro tiempo, en la atroz y bárbara violencia [inhumana] de la guerra, donde no no son ni vencedores ni perdedores, sino sólo lágrimas como las de la Madre de Dios”sostuvo.

Monseñor Peña Parra recordó lo que dice el papa Francisco: “Son también signo del luto de Dios por las víctimas de la guerra que no sólo destruye Ucrania; (...) destruye a todos los pueblos involucrados en la guerra”. 

“¡Todos! Porque la guerra no destruye sólo al pueblo vencido, no, también destruye al vencedor; hasta destroza a quien lo observa, con noticias superficiales, para ver quién gana, quién pierde”, agregó continuando con la cita del pontífice.

Hablando sobre el significado de la peregrinación, el arzobispo Edgar Peña Parra recordó que “esta noche caminamos bajo la mirada amorosa de la Santísima Virgen María para encontrar paz y nueva luz en nuestros corazones”.

“Aquí llegamos de diferentes lugares y cada uno de nosotros lleva, en su propio corazón, la petición de una gracia que quiere presentar a la Madre del Señor, rogándole que deshaga algunos de los nudos de su vida… consagrados a la oración de tantos hermanos y hermanas, que como nosotros, en esta bendita tierra, estamos seguros de que la Virgen nos escuchará”, afirmó.

Monseñor Edgar Peña Parra inicio de este modo la fiesta en el honor de la Virgen de Fátima, la primera sin las restricciones de la pandemia, y con la participación de 114 grupos de 23 países.

“Es una peregrinación que simboliza las noches de nuestra vida y del mundo, de esas tinieblas que a veces nos sorprenden y con las que muchas veces estamos llamados a luchar, con la esperanza de que una estrella de lo alto nos muestre el camino”, destacó, subrayando que esta peregrinación “es también un signo de profunda y renovada confianza en María”.

“En la intimidad de esta noche, Nuestra Señora de Fátima, además de la oración constante pidiendo el don de la paz en Ucrania y en el mundo entero, le pedimos que cuide la vida de cada sacerdote y consagrado, de cada joven persona y adolescente, cada anciano y enfermo, cada familia y cada uno de nosotros, bajo su manto y custodiamos nuestra vida”, aclaró.

“Miramos a María Santísima, Reina de la paz y de la vida. Nos encomendamos a ella, para que sea la voz del clamor de nuestro corazón a su Hijo. Escuchemos su tierna voz de Madre que nos invita, también hoy, a hacer lo que Jesús nos pide”, añadió.

El santuario de Fátima presentaba una explanada repleta de peregrinos, en un mar de velas que no se veía en Cova da Iria desde octubre de 2019.

Más de dos años después, muchos miles de fieles, de todas las edades, participaron en el rezo del Rosario que dio inicio a la peregrinación de mayo al santuario de Cova da Iria y durante el cual, en el primer misterio, se recordó la situación en Ucrania, intención también presente en la Oración Universal de los Fieles.

Este viernes 13 se cumple también el quinto aniversario de la canonización de los santos Francisco y Jacinta Marto, por el papa Francisco, en la celebración del Centenario de las Apariciones en Cova da Iria.+