Jueves 21 de noviembre de 2024

El arzobispo de Tucumán repudia el crimen de una niña y la "justicia por mano propia"

  • 26 de octubre, 2020
  • San Miguel de Tucumán (AICA)
"Tanta violencia es manifestación de impotencia ante situaciones donde el Estado y la justicia no estuvieron a la altura de los hechos para resolverlos con prontitud", expresó monseñor Carlos Sánchez
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El arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, junto al Equipo de Pastoral Social, expresó su acompañamiento en el dolor de la familia de la niña de 9 años violada y asesinada, y manifestó su conmoción por la forma violenta de los vecinos de hacer “justicia por mano propia”.

“Tanta violencia es manifestación de impotencia ante muchas situaciones donde el Estado y la justicia no estuvieron a la altura de los hechos para resolverlos con prontitud. Son formas de violencia también el silencio, el abandono y la complicidad", aseveró.

Asimismo, solicitó que los responsables de conducir los destinos de la provincia asuman un compromiso ante la situación de inseguridad en Tucumán.

"Pedimos a las autoridades de los tres poderes del Estado que trabajen para resolver con lucidez, responsabilidad y acciones concretas el problema de la inseguridad, la violencia, la impunidad y la injusticia", sostuvo.

Monseñor Sánchez también llamó a la sociedad “a la paz, a la concordia” e instó a los políticos a que convoquen “al diálogo a las instituciones de nuestra sociedad para que a través de la escucha y expresión de ideas, podamos buscar salidas consensuadas para encontrar soluciones a corto y mediano plazo”.

Texto del comunicado
El arzobispo de Tucumán junto con el equipo de Pastoral Social acompañamos el dolor de la familia Riquel y vecinos de la niña asesinada con tanta violencia, así como tantos niños y ciudadanos de nuestra sociedad que sufren la muerte injustamente.

También asistimos conmovidos y consternados por la forma de realizar justicia en manos de la gente. Tanta violencia es manifestación de impotencia ante muchas situaciones donde el Estado y la Justicia no estuvieron a la altura de los hechos para resolverlos con prontitud. Son formas de violencia también el silencio, el abandono y la complicidad.

Pedimos a las autoridades en los tres poderes del Estado a resolver con lucidez, responsabilidad y con acciones concretas el problema de la inseguridad, la violencia, la impunidad y la injusticia que vienen acaeciendo en nuestra provincia. 

A la sociedad toda hacemos un llamado a la paz y la concordia; a la responsabilidad de la participación ciudadana para buscar el bien común y la solidaridad.

A la Iglesia y a todos los creyentes los invitamos a brindar el testimonio de nuestra fe y esperanza para fortalecer el amor fraterno, todos hijos de Dios, mediante el servicio de la reconciliación, el perdón y la caridad fraterna. El perdón lleva a la paz.

Hacemos nuestras las palabras del papa Francisco cuando dice: 

Cada violencia cometida contra un ser humano es una herida en la carne de la humanidad; cada muerte violenta nos disminuye como personas. […] La violencia engendra violencia, el odio engendra más odio, y la muerte más muerte. Tenemos que romper esa cadena que se presenta como ineludible [Fratelli Tutti 227].

Esta cadena de violencia se rompe con la verdad, la justicia y la fuerza del amor fraterno, asumido y ejercido por todos, cada uno desde su realidad y responsabilidad.

Solicitamos a las autoridades actuales a convocar al diálogo de las instituciones de nuestra sociedad, para que a través de la escucha y expresión de ideas, podamos buscar salidas consensuadas para encontrar soluciones a corto y mediano plazo. Nos ponemos a su disposición para buscar el mejor camino para nuestra sociedad.

Que Jesús nos llene de su paz y la Virgen de la Merced nos proteja con su ternura maternal.+