Todos somos deudores de Dios, recuerdan los obispos en el Día de Acción de Gracias
- 24 de noviembre, 2016
- Washington (Estados Unidos)
"Por diferentes que somos, estamos unidos en ser deudores a Dios y en nuestra voluntad de decirle: ¡Gracias!", expresa el mensaje del episcopado norteamericano, dado con motivo del día de Acción de Gracias, que se celebra hoy en todo el país americano.
El mensaje lleva la firma del cardenal Daniel N. DiNardo, arzobispo de Galveston-Houston, y del arzobispo de Los Ángeles, monseñor José H. Gomez, presidente y el vicepresidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), ambos recientemente elegidos para este cargo por la Asamblea del episcopado.
"Este jueves 24 de noviembre, nuestra nación hará una pausa para dar las gracias a Dios por las abundantes bendiciones que ha derramado sobre nosotros. Es una tradición de reconocimiento de personas de muchas creencias que se transmite desde antes de la fundación de nuestro país" así comienza el texto.
"En los tiempos modernos, la Acción de Gracias se convirtió en un día en que las familias dispersas se reúnen de nuevo alrededor de la mesa para cenar juntos ?continúa el texto-. En muchas parroquias, el Día de Acción de Gracias es también un día de servicio, ya que los voluntarios preparan una comida para los menos afortunados. Oramos por todos aquellos que están separados de la abundancia de nuestro país, que Dios pueda consolarlos y se puedan abrir oportunidades para que puedan participar plenamente en la esperanza de América".
Luego, el mensaje invita a recordar, en particular a "los ancianos y aquellos que están en necesidad, así como cualquier persona que pueda encontrarse sólo en el día de hoy. Que puedan experimentar la cercanía de Dios".
El texto concluye así: "En el Día de Acción de Gracias, millones de estadounidenses, desde las grandes ciudades a las pequeñas localidades rurales, inclinarán la cabeza para decir ´gracias´. Todos juntos, el ciudadano y el recién llegado, hermanos y hermanas de todos nosotros. Por diferentes que somos, estamos unidos en ser deudores a Dios y en nuestra voluntad de decirle: ¡Gracias!", concluye el mensaje de los obispos.