Viernes 26 de abril de 2024

Solemne tedeum en la celebración del Apóstol Santiago

  • 25 de julio, 2012
  • Santiago del Estero (AICA)
Hoy se celebra la fiesta del Apóstol Santiago, patrono de la provincia de Santiago del Estero. Con tal motivo, el obispo diocesano local, Mons. Francisco Polti, presidió la celebración en la catedral-basílica de Nuestra Señora del Carmen el tradicional tedeum en acción de gracias por los 459 años de fundación de la capital santiagueña, la primera ciudad fundada en territorio argentino, llamada por ello Madre de Ciudades. A la solemne ceremonia, celebrada en un templo colmado de fieles, asistió el intendente municipal Hugo Infante y el vicegobernador de la provincia, Ángel Nicolai. En la ocasión Mons. Polti pronunció una homilía en la que desgranó los siguientes conceptos.
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Hoy se celebra la fiesta del Apóstol Santiago, patrono de la provincia de Santiago del Estero. Con tal motivo, el obispo diocesano local, monseñor Francisco Polti, presidió la celebración en la catedral-basílica de Nuestra Señora del Carmen el tradicional tedeum en acción de gracias por los 459 años de fundación de la capital santiagueña, la primera ciudad fundada en territorio argentino, llamada por ello Madre de Ciudades.

A la solemne ceremonia, celebrada en un templo colmado de fieles, asistió el intendente municipal Hugo Infante y el vicegobernador de la provincia, Ángel Nicolai.

Recuperar la riqueza de los valores cristianos
"Con profundo gozo -comenzó diciendo en su homilía el prelado- estamos aquí reunidos, como discípulos y misioneros de Jesucristo, para asistir a esta celebración en honor de Santiago Apóstol, Patrono de nuestra diócesis, de la ciudad y de la provincia de Santiago del Estero. Como un solo Pueblo de Dios, hermanados en comunidad de oración, nos dirigimos a él, el primero de los Apóstoles en dar su sangre por Cristo y por el Evangelio, y le rogamos su intercesión y ayuda por nuestra querida provincia.

"Quisiera proponer -agregó enseguida- una relectura de nuestra historia, para recuperar nuevamente la riqueza de los valores cristianos que nos dieron existencia. Invito además a mirar alrededor, a las cosas nuevas que nos rodean y en las que nos hallamos inmersos. Invito, por último a mirar al futuro, cargado de incógnitas, pero también de promesas. Incógnitas y promesas que interpelan nuestra imaginación y creatividad, a la vez que estimulan nuestra responsabilidad, como discípulos del único maestro, Cristo".

Al recordar que, al decir de Benedicto XVI, la sociedad, la economía y el trabajo no representan ámbitos extraños al mensaje cristiano, el obispo afirmó que "la Iglesia nunca es indiferente a la calidad de la vida de las personas, y advierte la necesidad de preocuparse del hombre y de los contextos en que éste vive y produce, para que sean lugares cada vez más auténticamente humanos y humanizadores".

"A la luz de la Revelación -señaló-, la actividad económica ha de considerarse y ejercerse como una respuesta agradecida a la vocación que Dios reserva a cada hombre. Este ha sido colocado en el jardín para cultivarlo y custodiarlo, usándolo según unos límites bien precisos, con el compromiso de perfeccionarlo", porque "una buena administración de los dones recibidos, incluidos los dones materiales, es una obra de justicia hacia sí mismo y hacia los demás hombres: lo que se recibe ha de ser bien usado, conservado y multiplicado".

El hombre es superior a las cosas
Seguidamente el prelado santiagueño consideró oportuno recordar "que por su naturaleza espiritual y personal y por la misión recibida de Dios, el hombre es superior a las cosas", y comentó que "muchos viven como si sólo existiera y fuera valioso lo material, hasta tal punto que la cultura integral y los valores espirituales parecieran no existir o al menos no tener la misma importancia. Se aprecia a la persona por lo que tiene, se la programa para que llegue a tener; y se considera que tiene éxito el que llega o el que es hábil para llegar a tener. Si bien no es malo el deseo de vivir mejor, es equivocado el estilo de vida que se presume como mejor, cuando está orientado a tener y no a ser (porque) de esta manera la persona se vuelve esclava de las cosas y a ellas le dedica su vida, pensamiento y acción".

"Todos estamos llamados hoy a ponernos a la altura de las circunstancias. Tenemos el desafío de no aceptar la tiranía de lo económico que pretende instalarse en nuestra sociedad. Para ello debemos redescubrir aquellos valores espirituales de los cuales surjan ideas y proyectos y sobre ellos se pueda construir un futuro mejor. Entre estos valores espirituales destacan la austeridad y el compartir que se presentan como una forma muy actual de vida. Es una expresión de solidaridad con los más necesitados y una afirmación de libertad ante las esclavitudes de la sociedad de consumo".

En este terreno, monseñor Polti resaltó que "es necesario que la familia, la escuela, el sindicato y las instituciones políticas, culturales y cívicas realicen una labor importante de colaboración y de enlace, de estímulo y de promoción sobre todo en lo que concierne a los jóvenes. Estos están llenos de propósitos y de esperanza, buscan con generosidad construir su futuro y esperan de los adultos ejemplos válidos y propuestas serias. No podemos defraudar sus expectativas".

"Por último -concluyó el prelado santiagueño- permítanme encomendarlos a todos y a cada uno de los ciudadanos, a la protección maternal de la Virgen María, y también a la intercesión de Santiago Apóstol, dejando en sus manos los buenos deseos que embargan cada corazón santiagueño. Que la Madre de Dios y nuestro Apóstol, nos ayuden a comprometernos, dejando nuestra condición de habitantes para ser verdaderos ciudadanos comprometidos de esta tierra con la mirada puesta en la Patria del Cielo a la cual nos encaminamos".+

Texto completo de la homilía