Septiembre está celebrando el "Mes de la Biblia"
- 12 de septiembre, 2017
- Buenos Aires (AICA)
Desde hace varios años en numerosos países del mundo la Iglesia celebra en septiembre el Mes de la Biblia. Este año, tiene una relevancia particular, a partir del llamado que realizó el papa Francisco en su carta Misericordia et misera: "Deseo vivamente que la Palabra de Dios se celebre, se conozca y se difunda cada vez más".
Además, la Exhortación apostólica postsinodal Verbum Domini, un documento realizado por el papa Benedicto XVI, que reúne las propuestas de la XII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos celebrado en octubre de 2008 con el tema "La Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia", hace un llamado a las comunidades cristianas, las parroquias y movimientos religiosos a interesarse por el encuentro personal con Cristo a través de su Palabra. Dice: "Exhorto, pues, a los pastores de la Iglesia y a los agentes de pastoral a esforzarse en educar a los fieles a gustar el sentido profundo de la Palabra de Dios que se ofrece en la liturgia a lo largo del año, mostrando los misterios fundamentales de nuestra fe".
El Mes de la Biblia se celebra en este mes porque el 26 de septiembre de 1569 en Basilea, Suiza, se terminó de imprimir definitivamente la Biblia en español llamada la "Biblia del Oso", nombre que adquirió porque en la tapa llevaba el dibujo de ese animal. Además, el 30 de septiembre la Iglesia celebra la festividad de San Jerónimo, quien tradujo la Biblia del griego y hebreo al latín, la llamada La Vulgata.
En la Argentina la Jornada de la Palabra comenzó en 1961, y se llamó Domingo Bíblico Nacional. Por una resolución de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) se celebra el último domingo de septiembre, la fecha más cercana a la fiesta de san Jerónimo.
Uno de los más ricos tesoros de la literatura universal
Gloria Batalla, laica consagrada dentro del Instituto de las Hermanas Auxiliares Parroquiales, expresa en un escrito que "la Biblia es uno de los más ricos tesoros de la literatura universal de todos los tiempos. Es una gran reserva cultural, cobijada en una colección de antiguos escritos judíos-cristianos, que alternan la narrativa histórica con códigos legales, normas de conducta y la delicada belleza de la lírica hebrea, discursos didácticos y morales con la interpretación de sueños y visiones. Su valor principal no está en razones estéticas, o de índole cultural, sino en su contenido esencialmente religioso, que lo hace el Libro Sagrado por excelencia, tanto para el pueblo de Israel como para el mundo cristiano en general. Todo en la Biblia está ordenado a revelar que Dios es el autor de la vida y de todo cuanto existe, que no es ajeno a la historia del ser humano, sino un Padre amoroso y misericordioso que se acerca a las personas y da una respuesta a cada una en particular"
Francisco invita a profundizar y difundir la Sagrada Escritura
En su carta Misericordia et misera (2016), el papa Francisco invita a renovar la pasión por la Palabra: "Deseo vivamente que la Palabra de Dios se celebre, se conozca y se difunda cada vez más, para que nos ayude a comprender mejor el misterio del amor que brota de esta fuente de misericordia. Sería oportuno que cada comunidad, en un domingo del Año litúrgico, renovase su compromiso en favor de la difusión, el conocimiento y la profundización de la Sagrada Escritura: un domingo dedicado enteramente a la Palabra de Dios para comprender la inagotable riqueza que proviene de ese diálogo constante de Dios con su pueblo. Habría que enriquecer ese momento con iniciativas creativas, que animen a los creyentes a ser instrumentos vivos de la transmisión de la Palabra".
La Biblia, el Libro del Pueblo de Dios
En el mes de la Biblia, la Oficina del Libro de la Conferencia Episcopal Argentina pone a disposición, a un precio pastoral excepcional, la nueva edición de la Biblia, el Libro del Pueblo de Dios. Esta nueva edición tiene tras de sí un largo recorrido protagonizado por sus autores, los presbíteros Armando J. Levoratti y Alfredo B. Trusso, que comenzó con la primera traducción de los textos originales (hebreo, arameo y griego) realizada en el español de Iberoamérica por latinoamericanos. Esta traducción de la Biblia, editada por primera vez con el título de El Libro del Pueblo de Dios, encontró una excelente acogida por las comunidades cristianas y varios episcopados latinoamericanos, que la adoptaron como versión oficial para la liturgia de la Iglesia Católica (Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay).
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