'Que el Evangelio sea anunciado en plenitud y libertad en China', rogó el Papa

Francisco invitó a estar cerca de los cristianos chinos en el día en que la Iglesia celebra la fiesta de María Auxiliadora, venerada en el santuario de Sheshan.

"Que la buena noticia de Cristo crucificado y resucitado sea proclamada en su plenitud, belleza y libertad, dando frutos para el bien de la Iglesia católica y de toda la sociedad china", fue la invocación que hizo el Papa Francisco al final de la audiencia general de este miércoles 24 de mayo, en la Plaza de San Pedro.

El Santo Padre invitó a todos los fieles a dirigirse a Dios en la Jornada Mundial de Oración por la Iglesia Católica en China, que se celebra hoy en la fiesta de la Santísima Virgen como María Auxiliadora, venerada en el santuario de Nuestra Señora de Sheshan, en Shanghai.

“En esta circunstancia -dijo el pontífice- quisiera asegurar el recuerdo y expresarles cercanía a nuestros hermanos y hermanas de China, compartiendo sus alegrías y esperanzas”. 

Pero el Papa también mencionó expresamente a aquellos en China que sufren a causa de su fe. “Un pensamiento especial -añadió- se dirige a todos los que sufren, pastores y fieles, para que en la comunión y solidaridad de la Iglesia universal experimenten consuelo y aliento”.

Jornada Mundial de Oración por China
La Jornada Mundial de Oración por la Iglesia Católica en China se celebra desde hace quince años, por voluntad de Benedicto XVI, que la instauró con su Carta a los católicos chinos de 2007. 

Este año, las relaciones entre la Santa Sede y Beijing entran en una fase particularmente delicada. Tras la segunda renovación del acuerdo provisional sobre el nombramiento de obispos, que tuvo lugar en octubre de 2022, hubo dos forzamientos evidentes de dicho acuerdo por parte de la República Popular China: en noviembre, el Vaticano había denunciado su violación por parte de las autoridades chinas, con el nombramiento de Mons. John Peng Weizhao como obispo auxiliar de la diócesis de Jiangxi; por otro lado, en abril de este año, se produjo la instalación en Shanghai del obispo Shen Bin, transferido unilateralmente de la sede de Haimen por el Consejo de Obispos Chinos (no reconocido por la Santa Sede y controlado por el Partido Comunista de China). 

Además, desde el 8 de septiembre de 2021 -hace ya veinte meses-, no se produjo en la Iglesia en China ningún nombramiento episcopal acordado con Roma, a pesar de que un tercio de las diócesis chinas están ahora vacantes.

En este sentido -destaca la agencia católica AsiaNews- es significativo que el Papa Francisco, al hablar del anuncio del Evangelio en China, haya utilizado también el término "libertad" y recordado que en la comunidad católica también hay "pastores y fieles que sufren". Entre ellos -como recordamos hace unos días-, está por ejemplo el vicario de la diócesis de Xuanhua en Hebei, Mons. Simone Zhang Jianlin, que ha estado bajo arresto durante dos años en la misma diócesis donde el obispo clandestino Augustine Cui Tai estuvo sujeto a detención periódica durante 16 años.

A pesar de todo, superada la pandemia, incluso en China se pudo volver a celebrar la fiesta de Nuestra Señora de Sheshan en este mes de mayo con peregrinaciones. 

El arzobispo Shen Bin, como se mecionaba más arriba, asumió hace algunas semanas la sede de la arquidiócesis de Shanghai, durante la cual recitó la oración compuesta por Benedicto XVI en 2008 ,con motivo de la primera Jornada Mundial de Oración por la Iglesia Católica en China. El mismo Papa Francisco guarda una imagen de Nuestra Señora de Sheshan en su habitación de la Casa Santa Marta, como él mismo le mostró al cardenal Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong, durante la audiencia privada que se le concedió en el Vaticano el pasado mes de enero.+