Jueves 21 de noviembre de 2024

Obispos piden no ser indiferentes al sufrimiento de las víctimas de trata

  • 24 de julio, 2020
  • Buenos Aires (AICA)
La Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes invitó a la solidaridad generosa y acompañamiento de las víctimas de este "delito de lesa humanidad", que "no está aislado ni en la cuarentena".
Doná a AICA.org

La Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes (CEMI) aseguró que el delito de la trata de personas “no está aislado ni en la cuarentena” por el coronavirus y advirtió que además se corre “el riesgo de que aumente”.

“Estas realidades nos llaman a la acción, no a la desesperación y menos a la indiferencia”, subrayó en un comunicado por el Día Mundial contra la Trata, que se estableció el 30 de julio.

“Si está a nuestro alcance hacer algo, debemos hacerlo. Por lo menos rezar y generar conciencia propia y familiar o comunitaria, de que estas realidades nos incluyen a todos y como bien dice Francisco repetidas veces y sin cansarse ‘Nadie se salva solo’”, sostuvo.

Los miembros del CEMI expresaron que tienen “en muy alta estima y valor la cercanía y el deseo de acogida, a la generosa solidaridad y acompañamiento de las víctimas de este ‘delito de lesa humanidad’” e invitó a comunidad católica a asumir ese compromiso.

Texto del comunicado
Miles de personas son víctimas de la trata y de las nuevas formas de esclavitud, como el trabajo forzado, la prostitución y el tráfico de órganos. No cuentan con derechos ni garantías.

En el Mensaje para la Cuaresma, el 24 de febrero de este año, Francisco nos decía:“…Si preferimos escuchar la voz persuasiva del «padre de la mentira» (cf. Jn 8,45) corremos el riesgo de hundirnos en el abismo del sinsentido, experimentando el infierno ya aquí en la tierra, como lamentablemente nos testimonian muchos hechos dramáticos de la experiencia humana personal y colectiva.

“…Poner el Misterio pascual en el centro de la vida significa sentir compasión por las llagas de Cristo crucificado presentes en las numerosas víctimas inocentes de la trata de personas en todas sus formas.”

Estamos en la situación actual de emergencia sanitaria, aislados y en cuarentena, con mucha gente sin trabajo y carente de alimentos. Sin embargo el mal y la corrupción de la violencia de género, del consumo de drogas, de gente en situación de calle y migrantes más vulnerables, no se detiene. No están aislados ni en cuarentena. Tampoco el delito de la trata de personas. Peor aún. Corremos el riesgo de que aumente.

Estas realidades nos llaman a la acción, no a la desesperación y menos a la indiferencia. Si está a nuestro alcance hacer algo, debemos hacerlo. Por lo menos rezar y generar conciencia propia y familiar o comunitaria, de que estas realidades nos incluyen a todos y como bien dice Francisco repetidas veces y sin cansarse “Nadie se salva solo”.

Como Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes tenemos en muy alta estima y valor la cercanía y el deseo de acogida, a la generosa solidaridad y acompañamiento de las víctimas de este “delito de lesa humanidad”. A ello los invitamos.

Que el Señor que sufre con el que sufre y padece con el que padece, nos ayude a asemejarnos a Él, atendiendo los heridos como Él quiso atendernos y cuidarnos a nosotros.

Informes: www.cemi.org.ar.+