Sábado 27 de abril de 2024

Nuevo sacerdote armenio católico oficiará su primera misa

  • 18 de mayo, 2012
  • Buenos Aires (AICA)
El padre Gomidás Sebastián López oficiará su primera misa en el rito armenio el domingo 20 de mayo, a las 11, en la catedral armenia católica Nuestra Señora de Narek, Charcas 3529. El nuevo sacerdote fue ordenado el domingo 13 de mayo por el obispo de la eparquía San Gregorio de Narek en Buenos Aires de los Armenios, Mons. Vartan Boghossian, que es también exarca apostólico para los fieles católicos de rito armenio residentes en América latina. La ordenación se concretó en una misa concelebrada, en un templo colmado de fieles. La anterior ordenación de un sacerdote armenio católico en el país había sucedido hace más de 30 años, el 14 de agosto de 1981. En esa fecha fue ordenado en el mismo templo, que se había inaugurado el año anterior, el actual párroco de Nuestra Señora de Narek, monseñor Pablo Hakimián.
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El padre Gomidás Sebastián López oficiará su primera misa solemne cantada en el rito armenio el domingo 20 de mayo, a las 11, en la catedral armenia católica Nuestra Señora de Narek, Charcas 3529.

El nuevo sacerdote fue ordenado el domingo 13 de mayo por el obispo de la eparquía San Gregorio de Narek en Buenos Aires de los Armenios, monseñor Vartan Boghossian, que es también exarca apostólico para los fieles católicos de rito armenio residentes en América latina.

La ordenación se concretó en una misa concelebrada que se extendió durante casi dos horas y cuarenta y cinco minutos, con cánticos, incienso, bendiciones, en un templo colmado de fieles, como muy pocas veces, con muchas personas de pie por no alcanzar los asientos.

La anterior ordenación de un sacerdote armenio católico en el país había sucedido hace más de 30 años, el 14 de agosto de 1981. En esa fecha fue ordenado en ese mismo templo, que se había inaugurado el año anterior, el actual párroco de Nuestra Señora de Narek, monseñor Pablo Hakimián.

El día anterior a la ordenación, el sábado 12, al concluir la misa vespertina, se realizó una ceremonia previa, de unos 40 minutos, en la cual el diácono que iba a ser ordenado sacerdote fue presentado al obispo por dos clérigos, realizó su profesión de fe y fue interrogado sobre si está dispuesto a seguir los pasos de Cristo en la pobreza, en el hambre, en la persecución. Una de las preguntas formuladas fue: "¿Profesas la recta fe en la Santísima Trinidad y en la encarnación de Cristo, nuestro Dios, de acuerdo a los tres primeros concilios, y rechazas todos los cismáticos?"

La misa de ordenación estuvo plena de gestos simbólicos y emotivos. Como cuando la madre, los hermanos y otros familiares del ordenando se acercaron a besar el Evangelio, envuelto en un estuche de metal ricamente decorado, y antes de su lectura se dijo: "Estemos atentos. Es Dios quien habla".

En la homilía, monseñor Boghossian dijo que la vocación del sacerdote pasa por el corazón de la mamá. Señaló que el nuevo sacerdote se preparó largamente en lengua, historia, liturgia y tradiciones al aceptar dedicar su vida a la Iglesia Armenia.

El nuevo sacerdote no es de origen armenio: se formó especialmente estudiando durante diez años en un seminario interritual en Beirut, Líbano (de donde acudieron a la ceremonia en Buenos Aires el rector y dos seminaristas).

En la parroquia de su pueblo natal, Quilino, provincia de Córdoba, el joven Sebastián López se vinculó a una comunidad del Camino Neocatecumenal. "Allí me encontré con Cristo y descubrí esta vocación que Cristo tenía para mí", dijo después.

Monseñor Boghossian expresó que cuando Dios otorga una misión, otorga un nuevo nombre ?recordó a Saulo de Tarso, que pasó a ser Pablo; a Simón, a quien Cristo puso el nombre de Pedro-. Así dijo que el nuevo sacerdote recibió el nombre de Gomidás, un sacerdote de la Iglesia Armenia Católica, que era, como él, amante de la música sacra.

Monseñor Boghossian le animó a celebrar su Santa Misa diaria siempre como si fuera la primera.

También se leyó un mensaje del Katolicós Patriarca de Cilicia de los Armenios Católicos, Nersés Bedros XIX, que envió su bendición al nuevo sacerdote. Le decía que "con gran alegría en el corazón" celebraba "tu entrada en el Presbiterado, donde estás llamado de forma especial a ser un "alter Christus", y lo debes en forma especial al "Camino Neocatecumenal", por medio del cual más aún has elegido servir a la Iglesia Armenia Católica, por lo cual mereces nuestra profunda estima". Le exhortó a "encaminar con todo fervor a los fieles hacia Cristo, único Salvador, tomando como verdaderos ejemplos a San Gregorio el Iluminador y al Santo Cura de Ars".

El padre Gomidás Salvador López dijo que sentía su fragilidad pero sabía que cuando Dios pide una misión también da la gracia para llevarla a cabo. Manifestó que "los católicos tenemos muchas veces tendencia a tener la boca cerrada" y confesó: "Anunciar la Palabra es una de las pasiones de mi vida".

El nuevo sacerdote habló en castellano, pero dijo también algunas frases en armenio y otras en árabe. Con sentido del humor, el obispo Boghossian explicó en español lo que había dicho en armenio y dijo que no traducía el breve saludo en árabe porque todos lo habían entendido. Se veía emocionado hasta las lágrimas a un matrimonio que conoció al padre López cuando era seminarista en Beirut y había venido expresamente. Eran el señor Alfred Abu Nasar y su esposa, Guitta, que vinieron con su hija, Alisa, y entregaron al sacerdote un rosario muy grande, confeccionado por ellos.

Un ómnibus repleto trajo de Quilino, Córdoba, a familiares y amigos, felices con la ceremonia. Más tarde, en una recepción en la cual hubo danzas típicas y discursos, un miembro de la comunidad expresó a la madre del sacerdote: "Usted no deja un hijo; usted se gana una colectividad".

Cuando habían transcurrido dos horas y cuarenta del comienzo de la celebración, el párroco, monseñor Hakimián, advirtió: "Todavía no terminamos. Falta la bendición final". Y pasó unos avisos parroquiales sobre la catequesis para adultos ?"de 14 a 99 años y más"-, que se da los martes y viernes, a las 20.30, en esa catedral.

La misa de ordenación fue concelebrada por monseñor Pablo Hakimian, párroco de Narek, y por el padre Antonio Ketchedjian, salesiano, párroco de la comunidad armenia católica del Uruguay. Estaban presentes dos hermanas de este sacerdote, que son religiosas capuchinas, y ese día se cumplían exactamente veinte años del fallecimiento de otro hermano suyo, también sacerdote, acaecido el 13 de mayo de 1992.

Asistió asimismo el obispo eparca de los libaneses maronitas en la Argentina, monseñor Charbel Merhi.

Informes sobre la primera misa: 4824-1613/4518/4821.+ (Jorge Rouillon)