Ordenación episcopal del rector mayor de los salesianos en Roma
- 21 de abril, 2024
- Roma (Italia) (AICA)
El cardenal Ángel Fernández Artime fue ordenado arzobispo en la basílica de Santa María la Mayor, en una ceremonia presidida por el cardenal suizo Emil Paul Tscherrig.
El cardenal Ángel Fernández Artime SDB, rector mayor de la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco, recibió el 20 de abril la ordenación episcopal. Fue en la basílica de Santa María la Mayor de Roma y presidió la ceremonia el cardenal suizo Emil Paul Tscherrig, nuncio apostólico emérito en Italia.
Además del purpurado español, nombrado arzobispo titular de Ursona, fue ordenado también el salesiano italiano Giordano Piccinotti, designado arzobispo titular de Gradisca y nombrado presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA).
A la celebración se sumaron numerosos cardenales y obispos. Los coconsagrantes fueron el cardenal salesianos Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat, y el también salesiano obispo emérito de Gante, Lucas Van Looy.
Asimismo, estuvieron presentes los cardenales Fernando Vérgez Alzaga, presidente del Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano; Claudio Gugerotti, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales; Lazarus You Heung-sik, prefecto del Dicasterio para el Clero; el cardenal Konrad Krajewski, limosnero vaticano; Arthur Roche, prefecto del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; Domenico Calcagno, presidente emérito de la APSA; Giuseppe Bertello, presidente emérito del Gobernatorato; y los salesianos Tarcizio Bertone, ex secretario de Estado del Vaticano; Daniel Fernando Sturla, arzobispo de Montevideo (Uruguay); Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo emérito de Tegucigalpa (Honduras); y Riccardo Ezzati Andrello, arzobispo emérito de Santiago de Chile.
En su homilía, el cardenal Tscherrig destacó que la sucesión apostólica es uno de los “grandes milagros” de la Iglesia, que “llega hasta el día de hoy” como señal de la presencia de Dios en el mundo a través de la historia.
Por eso, explicó, la misión de “predicar el Evangelio a todos los pueblos” es una “misión que es siempre nueva y actual para cada generación”.
“Llegar a ser obispo implica siempre una elección misionera capaz de transformar todas las cosas por la evangelización del mundo actual", afirmó.
Ante el Evangelio del Buen Pastor invitó a los ordenandos a imitar a Jesús, incluso “estando dispuestos a dar la vida por el propio rebaño” o como el grano de trigo que muere para dar fruto.
"Un pastor no está quieto en su casa esperando a la oveja perdida, sino que se pone en camino sin mirar atrás o lamentándose del rebaño que le tocó", marcó, y destacó como actitud “el conocimiento del otro”, desde la escucha y un corazón abierto, superando “la innata tendencia al egoísmo” o a la autorreferencialidad.
El purpurado suizo destacó que los nuevos arzobispos son “puentes entre Dios y la comunidad cristiana”, y son “padres que acompañan, guían y consuelan, para que los hijos e hijas de Dios lleguen a la tierra de la vida eterna”, a través del “arte de gobierno y de la corrección, como enseñó Don Bosco".
Ante la duda o el cansancio, monseñor Tscherrig invitó a los nuevos arzobispos a dirigirse al Espíritu, para que el discernimiento y la sabiduría los acompañe en sus decisiones; y pidió para ellos “la gracia de ser siempre pastores según el corazón de Jesús”.+