Los combates también afectaron a la nunciatura, donde grupos de militares irrumpieron durante la misa del domingo 16 de abril.
"La guerra es un mal. No hay justificación moral para nuevos asesinos. Los enfrentamientos y asesinatos deben cesar de inmediato y sin condiciones". Así lo aseguran los obispos de Sudán del Sur en un mensaje publicado al final de una reunión que se celebró en Juba del 23 al 25 de septiembre. La guerra civil entre las fuerzas gubernamentales del presidente Salva Kiir y las leales al ex vicepresidente, Riek Machar, provocó una "tragedia humanitaria", señalan los Obispos.
El Patriarca caldeo y presidente de la Conferencia Episcopal iraquí, Louis Raphael I Sako, visitó los campos de refugiados en Erbil y Dohok, y dijo que la situación que vio y oyó va "más allá de cualquier febril imaginación". Monseñor Sako recuerda que desde el 6 de agosto aún no se han encontrado "soluciones concretas" a la "crisis", y continúa sin cesar, "el flujo de dinero, armas y combatientes" para el Estado islámico.
El arzobispo caldeo de Mosul, monseñor Amel Shamon, advirtió que ciudades y pueblos de la llanura de Nínive no tienen suministro de electricidad, y la falta de agua comienza a crear situaciones de emergencia humanitaria debido a los ataques insurgentes de militantes yihadistas del Estado Islámico de Irak y del Levante (EIIL). "Hace unos días, la fuerza aérea iraquí comenzó a bombardear Mosul, y los ataques aéreos están aumentando de intensidad cada día", indicó el prelado.