Jueves 21 de noviembre de 2024

Monseñor Mestre invita a "ser firmeza para el hermano que flaquea"

  • 30 de diciembre, 2022
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
En su homilía en la fiesta de la Sagrada Familia, el obispo de Mar del Plata se refirió a las contradicciones de la vida, a la caridad fraterna y a la necesidad de agradecer.
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Para la fiesta de la Sagrada Familia que se celebra hoy, 30 de diciembre, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Antonio Mestre, recordó que “Jesús no solo se hace carne, ser humano, sino que también asume todas las consecuencias de la encarnación, creciendo y madurando en el seno de una familia, junto a María y a san José”.

En este sentido, el prelado marplatense propuso tres puntos de meditación, sintetizados en tres palabras: intemperie, gracias, sopórtense.

La intemperie de la huida, la noche y el exilio
Tomando el relato de san Mateo de la huida a Egipto, el diocesano marplatense comparó: “En la intemperie de la vida podemos sentir que la Sagrada Familia está mucho más cerca de cada una de nuestras familias. Tal vez, no sea puntualmente el exilio y la huida, pero la realidad de la noche muchas veces toca la vida de nuestras familias por diversos motivos.”

Y prosiguió detallando: “La intemperie del miedo, la soledad, la enfermedad, las divisiones, las faltas de posibilidades, el rencor, los desencuentros y tantas otras dificultades pueden golpear a la puerta de la vida de nuestras familias”.

“Vivan en la acción de gracias”
Tomando este versículo de la segunda lectura de hoy, el prelado sostuvo: “Muchas veces, la experiencia de intemperie nos cierra y nos vuelve negativos; en nuestras familias también debemos mirar lo mucho de bueno que hay y que Dios permite, para darle gracias a Él desde lo más profundo del corazón”.

Y precisó: “Vivir en acción de gracias es una actitud profundamente teologal y espiritual que debemos practicar en la vida familiar”.

“Sopórtense los unos a los otros”
Volviendo sobre este otro pasaje de la misma lectura, monseñor Mestre explicó que “la Palabra nos invita en la familia a ser soportes, lugar de apoyo y seguridad entre sus miembros. Así, el que es fuerte en un aspecto, puede soportar, ‘ser soporte’ de otro integrante que no lo es en ese ámbito”, y detalló: “Soportar es sostener, acompañar, ser firmeza para el hermano que flaquea y se puede caer en el camino”.+