Jueves 25 de abril de 2024

Mons. Uriona habló de la manifestación de la imagen de la Virgen en la catedral de Río Cuarto

  • 13 de julio, 2016
  • Río Cuarto (Córdoba)
El obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona FDP, se refirió a la manifestación de la imagen de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús, en la catedral local, donde algunas personas "percibieron humedad en torno a sus ojos y otras, la formación de supuestas lágrimas". "Mientras nos mueva a acercarnos a Jesús y a estar atentos como él a los demás, a sus dolores y alegrías, ya estaremos bien orientados", destacó y agregó: "Acerquémonos con fe sencilla a nuestra Madre, oremos más y vayamos al encuentro de nuestros hermanos, en particular aquellos que más nos necesiten".
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El obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona FDP, se refirió a la manifestación de la imagen de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús, en la catedral local, donde algunas personas "percibieron humedad en torno a sus ojos y otras, la formación de supuestas lágrimas".

"Este hecho ha producido admiración en el sacerdote (José Luis Benfatto, párroco del templo) y en muchos miembros del pueblo de Dios que se acercaron a honrar a María", aseguró.

"En el plan de salvación María siempre nos conduce a su Hijo Jesús. Él nos la dejó, al pie de la cruz, para que acompañara a todos los que se acercan a Ella, invitándolos a crecer en la fe y a mejorar sus vidas como personas", recordó el prelado.

Tras afirmar que "lo que suceda de aquí en más con este tierno episodio de las supuestas lágrimas en una imagen de la Virgen, se verá con el tiempo", destacó que "mientras nos mueva a acercarnos a Jesús y a estar atentos como Él a los demás, a sus dolores y alegrías, ya estaremos bien orientados".

"Acerquémonos con fe sencilla a nuestra Madre, oremos más y vayamos al encuentro de nuestros hermanos, en particular aquellos que más nos necesiten", subrayó.

Texto del comunicado
"Estando en Buenos Aires, en el Encuentro Nacional de Responsables de clero, el P. José Luis Benfatto, párroco de la Catedral, me informó acerca de una manifestación de la imagen de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús. En concreto algunas personas percibieron humedad en torno a sus ojos y otras, la formación de supuestas lágrimas.

Este hecho ha producido admiración en el sacerdote y en muchos miembros del pueblo de Dios que se acercaron a honrar a María.

En el Plan de salvación María siempre nos conduce a su Hijo Jesús. Él nos la dejó, al pie de la Cruz, para que acompañara a todos los que se acercan a Ella, invitándolos a crecer en la fe y a mejorar sus vidas como personas.

Todos siempre tenemos la oportunidad de cambiar y ser mejores? ¿De qué manera? Siguiendo las enseñanzas del Señor, a quien siempre nos conduce la Virgen María.

Por ejemplo, trabajar por la solidaridad, cambiar los enfrentamientos por tolerancia, crecer en actitudes que incluyan más a los demás sobre todo a los más vulnerables, superar nuestros intereses egoístas, evitar todo lo que sea división y promoviendo el encuentro? Esto lo podemos hacer posible en gestos pequeños y concretos, allí donde se juega la vida de todos los días.

Lo que suceda de aquí en más con este tierno episodio de las supuestas lágrimas en una imagen de la Virgen, se verá con el tiempo... Pero mientras nos mueva a acercarnos a Jesús y a estar atentos como él a los demás, a sus dolores y alegrías, ya estaremos bien orientados.

Acerquémonos con fe sencilla a nuestra Madre, oremos más y vayamos al encuentro de nuestros hermanos, en particular aquellos que más nos necesiten".+