Viernes 22 de noviembre de 2024

Mons. Uriona: "El misterio de Dios, es un misterio de amor"

  • 3 de junio, 2021
  • Río Cuarto (Córdoba) (AICA)
El obispo de Río Cuarto destacó que "el Bautismo que Jesús propone también es un sumergirse, como en el río Jordán, pero en el misterio trinitario. Somos sumergido por el Bautismo en Dios".
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Monseñor Adolfo Uriona FDP, obispo de Villa de la concepción de Río Cuarto, presidió la celebración de la Santísima Trinidad desde la parroquia Sagrados Corazones de Jesús y María, donde aseguró que esta solemnidad es realmente compleja debido a que es insondable y solo se puede contemplar.

“El misterio de la Trinidad nos une con los que confesamos la fe cristiana: con los cristianos protestantes, con los ortodoxos y nosotros, los católicos. No así con las otras religiones monoteístas como es el judaísmo o los musulmanes, ellos no creen en la Santísima Trinidad”, explicó.

Monseñor Uriona destacó que “nosotros tenemos fe en este misterio porque Jesús lo reveló, sino jamás el ser humano hubiera alcanzado a comprender este misterio que toca a la intimidad de Dios”.

“Los grandes filósofos de la antigüedad como Aristóteles llegaron a la idea de un primer motor inmóvil como un Dios único y trascendente, pero jamás podrían haber llegado al misterio de la Trinidad”.

“Jesús resucitado y como Señor de la historia, a quien le ha ‘sido dado todo poder en el cielo y en la tierra’ manda y envía a sus apóstoles a anunciar la Buena Noticia, y también a bautizar ‘en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo’. Es la primera manifestación de la Trinidad y se hace justamente después de que Jesús, por su Pascua, venció el pecado y la muerte con su resurrección”, recordó.

El prelado riocuartense explicó que “el Bautismo en una realidad conocida en la antigüedad, nosotros lo sabemos por el testimonio de Juan el Bautista. El bautismo que hacía Juan era un bautismo de sumergirse en el río Jordán para pedir el perdón de los pecados y prepararse así, para la venida del Mesías. Era un bautismo de penitencia y de preparación”.

“En cambio, ahora el Bautismo que Jesús propone también es un sumergirse, como en el río Jordán, pero en el misterio trinitario. Somos sumergidos por el Bautismo en Dios. El Padre a través del Espíritu Santo nos hace participar de la realidad del Hijo, es un misterio insondable. Ahora nosotros gozamos de esa vida de Dios por el bautismo, que un día tendremos cuando lo contemplemos cara a cara”, indicó.

Monseñor Uriona sostuvo que “por eso es tan importante esta fiesta, primero porque no hay que buscar en ella elucubraciones intelectuales, el misterio de Dios hay que contemplarlo”.

“Lo segundo es el compromiso, que no sólo es misionero, sino que es fundamentalmente un compromiso de amor, porque Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo es Trinidad y es uno solo, que es una comunidad de amor”, agregó.

“El amor concreto es lo que nos va acercando al misterio de la Santísima Trinidad. El misterio de Dios es un misterio de amor”, concluyó.+