Martes 18 de junio de 2024

Oberá celebró 15 años de su erección como diócesis

  • 14 de junio, 2024
  • Oberá (Misiones) (AICA)
El arzobispo de Corrientes, Mons. Stanovnik, presidió la misa central, que fue concelebrada por los obispos de la región, en el marco de las fiestas patronales en honor de San Antonio.
Doná a AICA.org

Con una misa presidida por el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, los fieles de Oberá (Misiones) vivieron ayer, jueves 13 de junio, la celebración central de su patrono, San Antonio de Padua, en el marco de los 15 años desde la creación de esa diócesis.

La misa, que tuvo lugar en la catedral, fue concelebrada por el obispo de esa jurisdicción eclesiástica, monseñor Damián Bitar; el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez; el obispo de Puerto Iguazú, monseñor Nicolás Baisi; el obispo de Santo Tomé, monseñor Gustavo Montini; y el eparca de la Iglesia ucraniana, monseñor Daniel Kozelinski.

"Somos una asamblea con un promedio general de 60 años, somos gente grande; los jóvenes no están", planteó monseñor Stanovnik al inicio de su homilía, y añadió: "Me animo a compartir esto, porque a nosotros en Corrientes nos pasa lo mismo".

En ese sentido, señaló: "Qué hermosa misión que tenemos todos, en el país, en todas las iglesias y en todas las confesiones. En la sociedad nos cuesta integrar a los jóvenes", y animó a los presentes a pensar cómo llegar a los jóvenes.

Inspirado en el Salmo 88, el arzobispo correntino exclamó: "¡Cantaré eternamente tu misericordia Señor! Porque sentimos que tu fidelidad y tu amor nos acompañan siempre, pero de un modo muy especial durante estos quince jóvenes años desde que sellaste tu alianza de fidelidad y de amor con esta Iglesia particular".

El prelado también recordó al primer obispo, monseñor Víctor Selvino Arenhardt, a quien reemplazó en su momento, y cuyo breve tránsito por el servicio episcopal "fue el punto definitivo de su llegada al encuentro con Jesús vivo, en la alegría eterna de la Pascua".

"También para nosotros esta novena, que llega a su fin con la fiesta patronal, es un punto de llegada para agradecer, ante todo, el inmenso don de la fe. Pensemos en los jóvenes, ellos lo deben recibir a través nuestro, como lo recibimos nosotros de nuestros mayores", planteó.

Indicó que la fecha "es también un punto de partida para comprometernos a vivirla de un modo más intenso y coherente en nuestra vida diaria". Por eso, consideró: "Es urgente responder al envío de Jesús, para que con Él recorramos las ciudades y pueblos, proclamemos la buena noticia del reino y curemos las dolencias de tantos que están fatigados y abatidos".

"Ese camino que Jesús nos propone hoy a nosotros no lo podemos hacer con nuestras solas fuerzas. Por eso, suplicamos al Espíritu Santo: 'Infunde en nuestros corazones el deseo de santidad y de comunión fraterna, para que seamos una Iglesia llena de ardor misionero'", animó.

Señalando a San Antonio como "gran maestro de la vida interior", invitó a considerar su ejemplo para descubrir cómo vive un bautizado que desea ser discípulo misionero de Jesús: "Él dedica buena parte de sus sermones a exhortar la importancia de la penitencia y la conversión. Todos necesitamos reconocer humildemente que debemos convertir nuestra vida a Dios, para mejorar el trato que les damos a los demás".

"En Jesús, Dios nos muestra cual es el camino que nos conduce a la vida y a la felicidad. Es bueno decírselo a los jóvenes", sugirió. Inspirado en las enseñanzas de San Antonio, instó a promover una cultura de la escucha, del diálogo y del encuentro: "El verdadero poder no está en la soberbia y el autoritarismo, sino en la escucha y la apertura al otro, que siempre exige humildad y mucha paciencia". 

En ese sentido, expresó su deseo de "que nos tratemos mejor, sobre todo con aquellos que piensan o actúan de modo diferente al nuestro, o aquellos a los que los demás excluyen y desprecian; necesitamos desterrar definitivamente el insulto y toda palabra ofensiva hacia el otro, sea quien fuere y como fuere".

->Texto completo de la homilía

La fiesta patronal en honor a San Antonio también incluyó una procesión con el lema "Ven Espíritu Santo. Fuente de caridad divina, Alma y sostén de la Iglesia", un almuerzo y un festival.

La jornada concluyó con una misa de acción de gracias que presidió el obispo local, monseñor Bitar.

La diócesis de Oberá
Fue el Papa Benedicto XVI quien creó la diócesis de Oberá en la provincia de Misiones el 13 de junio de 2009. Monseñor Víctor Selvino Arenhardt, con 60 años, fue el primer obispo de esa nueva circunscripción eclesiástica.

El territorio diocesano -de 8.717 km2 distribuidos a lo largo del río Uruguay, que la separa del Brasil- comprende, en la provincia de Misiones, los departamentos de Cainguás, Oberá, San Javier y 25 de Mayo (que suman en total 6.375 km2), desmembrados en su momento de la diócesis de Posadas, y el departamento Guaraní (2.342 km2), desmembrado de la diócesis de Puerto Iguazú.+