Jueves 28 de marzo de 2024

Mons. Rossi: "Estar destinados a la vida eterna significa estar muy vivos en el presente"

  • 8 de noviembre, 2022
  • Córdoba (AICA)
El arzobispo de Córdoba reflexionó sobre el paso a la vida nueva a partir del relato sobre los siete hermanos, y recordó que la eternidad ya ha comenzado aquí en la tierra.
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El arzobispo de Córdoba, monseñor Ángel Sixto Rossi SJ, presidió la misa dominical desde la parroquia Nuestra Señora del Trabajo, en la capital provincial, donde reflexionó sobre el relato de los Macabeos y  sobre la pregunta de los saduceos acerca de la vida eterna.

En su homilía, se refirió a la eternidad, y recordó que el Señor nos anima a vivir esperanzados el “más acá” de cada día:  “Estar destinados a la vida eterna significa estar muy vivos en el presente, y saber que lo sembrado en esta tierra no desaparece”, destacó. Y recordó que, según el relato bíblico, “estamos encaminados hacia una meta, lo cual significa ante todo caminar guiados por una brújula que es el amor a Dios y el amor al prójimo”.

“El Señor nos deja bien clarito que el tema es un Dios que disputa victoriosamente a la muerte el tesoro que le es más querido, que es nuestro corazón”, reflexionó, remarcando a continuación que “los vínculos con Dios y nuestros hermanos se inauguran de este lado y se plenifican en el cielo”.

“Dios no es un Dios de muertos sino de vivos”, remarcó, y añadió acerca de la respuesta de Jesús a los saduceos: “Con esto, el Señor les dice que sus razonamientos son razonamientos de muertos; su lógica, una lógica de muerte”, y recordó que es triste cómo “en la sociedad nuestra hay tantos planteos que responden más a la muerte que a la vida”.

El arzobispo cordobés destacó el ejemplo de la “madre coraje” que presenta el Evangelio, que anima a sus hijos “a la fidelidad a la ley de Dios”. “No es la fidelidad a escrupulosidades ridículas típicamente farisaicas, tan de moda en estos tiempos, fieles a minucias y no a lo esencial, que es la caridad, aquel protocolo de las bienaventuranzas y Mateo 25”, profundizó.

Sobre esta “miserabilidad” de las actitudes farisaicas, “que han confundido la memoria de la iglesia con la nostalgia de la Iglesia”, sostuvo que la firmeza “no es dureza ni rigidez”, y llamó a “no ceder ante cualquier tipo de idolatría de la vida presente que oscurece el sentido de la vida nueva y de la vida eterna”.

“Más que andar temiendo el mas allá, el Señor nos llena de alegría, de esperanza a vivir gozosamente - con una mirada puesta en los demás - el más acá de cada día”, concluyó.+