Jueves 21 de noviembre de 2024

Mons. Ojea visitó la cárcel y animó a "ponerse al servicio" de los demás

  • 2 de abril, 2021
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Vicente Ojea, visitó el Jueves Santo el Complejo Penitenciario Bonaerense, Unidad N°47 de San Isidro.
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El obispo de San Isidro  y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Vicente Ojea, visitó el Complejo Penitenciario Bonaerense, Unidad N° 47 de San Isidro, donde celebró la misa del Jueves Santo con el gesto del lavatorio de los pies, y bendijo los talleres de alfarería y de hostias.

En su homilía, monseñor Ojea destacó que “la Semana Santa significa también revisar cómo está nuestro corazón, cómo están nuestros pies, cansados, se nos amontona el polvo del camino. Jesús sufre también, sufre las heridas de muchas maneras, así también sufre el corazón”. 

“Jesús, que viene a curar nuestras heridas, quiere hacerlo con este gesto tan humilde de ponerse delante de sus apóstoles y lavarle los pies. Este gesto lo hacían lo esclavos cuando una persona llegaba de viaje y había caminado mucho, entonces el que estaba al servicio de la familia, junto al esclavo más pequeño, lavaba los pies como un signo de cortesía”, explicó. “Allí Jesús lo va a hacer en medio de la comida. Él se levantó y se sacó la túnica, era la ropa que indicaba que él era el maestro, queda entonces como un esclavo, queda en paños menores como usaban los esclavos, se saca su vestidura”, detalló. 

“San Pablo va a decir ‘se despojó de su rango’ y se pone como un esclavo delante de cada uno de sus apóstoles, que uno lo va a negar, otro lo va a traicionar, cada uno tiene su historia propia entre los apóstoles, distintos entre sí, pero todos lo dejaron solo a Jesús. Mañana, Viernes Santo, lo van a dejar solo a Jesús en la cruz, lo van a abandonar. Él se pone delante de cada uno como si estuviera a merced de cada uno y les lava los pies”.

El Señor, reflexionó monseñor Ojea, “prefiere mirarlos desde abajo, estando arrodillado, mira desde abajo, porque él sabe que si mira desde arriba nosotros somos bastante orgullosos, entonces, nos cuesta que nos miren desde arriba”. 

Así, desde abajo, “nos dice que nos quiere”, reconoció. “El amor de Jesús es incondicional; no es ‘te quiero si te portás bien’ o ‘te quiero si hacés esto o hacés esto otro, o si sos como a mí se me ocurre que seas’, sino que te quiero como sos”. 

“Más allá de las heridas, torceduras y llagas que tengas, que hayas adquirido en el camino porque anduviste por caminos equivocados, o anduviste por caminos lejos de él, más allá de los caminos que nosotros hemos andado con nuestros pies, él nos los quiere lavar y con esto nos está diciendo ‘confío en vos y sé que vos podés. Yo sé que vos tenés dentro un tesoro’”, afirmó el obispo. “Ese tesoro, tenés que sacarlo de adentro para servir a los hermanos, para servir a los demás”.

En el Evangelio, expresó el obispo, Jesús termina diciendo: “Yo que soy el maestro y el Señor, soy el maestro que me saqué la túnica, me bajé del caballo. Yo que soy el maestro y el Señor, hice por ustedes esto que es lavarles los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros”. Aquí, señaló, “está la clave de la vida cristiana: el servicio. Toda esa capacidad que nosotros tenemos y descubrimos tenemos que ponerla al servicio de los demás”. 

“El gesto del lavatorio de los pies es una representación de lo que Jesús quiso hacer. Cuando estemos lavando los pies, tratemos de pensar primero cómo el Señor nos está mirando desde abajo, con esa humildad que él vino a enseñarnos y segundo, en cómo podemos servir mejor, con nuestras capacidades, a los demás”. 

“El Señor nos limpia hoy de toda herida, de todo cansancio en los pies, para que podamos reponernos y caminar por la vida con toda la alegría de saber que hay un Dios que nos ama, que nos puso aquí en el mundo pero que va a llevarnos a buen puerto. Acompañamos este gesto con el silencio y la oración”.

Participó de la celebración, junto con el equipo de Pastoral Carcelaria de la diócesis de San Isidro, el Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, doctor Julio Alak y el doctor Xavier Areses, Jefe del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).+