Sábado 19 de abril de 2025

Misa de la Cena del Señor: 'Como Jesús, seamos personas eucarísticas'

  • 17 de abril, 2025
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En la basílica de San Pedro, el cardenal Mauro Gambetti reflexionó sobre el acto humilde de Jesús de lavar los pies a sus discípulos, llamando a la Iglesia a convertirse en un pueblo eucarístico.
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El cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la Basílica Papal de San Pedro y vicario general para la Ciudad del Vaticano, presidió este Jueves Santo, la Misa de la Cena del Señor en la basílica de San Pedro delegado por el Papa Francisco.

La celebración eucarística, en el Altar de la Cátedra de la basílica vaticana, fue concelebrada, entre otros, por el cardenal Secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, incluyó también el tradicional rito del Lavatorio de los pies. 

El cardenal arcipreste de la Basílica de San Pedro invitó a los fieles a volver al corazón mismo del misterio cristiano: un Dios que se inclina para lavarnos los pies.

La primera Eucaristía
Al inaugurar la Misa in Coena Domini del triduo de 2025, el purpurado italiano reflexionó sobre cómo la primera Pascua no tuvo lugar en un momento de triunfo, sino en medio de la esclavitud, la opresión y el sufrimiento. Citando el Libro del Éxodo, recordó las palabras del Señor a Moisés: "Cuando vea la sangre, pasaré de largo".

"Así la sangre en los dinteles de las puertas de los israelitas se convirtió no solo en un signo de protección, sino de presencia: una cercanía divina que protege en lugar de castigar", aseguró.

Esa cercanía se hace aún más evidente durante la Pascua de Jesús, que el cardenal describe como "un momento no de gloria, sino de injusticia, miedo y traición". Sin embargo, anhelando intimidad, Jesús decide pasar sus últimas horas con sus amigos, compartiendo una comida. 


"El grupo que lo rodea es humano", dijo el Gambetti. "Imperfectos, diversos. Algunos impulsivos, otros orgullosos, otros temerosos. Pero todos son amados". Aunque Jesús sabía que uno de ellos lo traicionaría, se arrodilla y les lava los pies. 

Es este acto de humildad radical el que revela el verdadero sacerdocio de Cristo, continuó el cardenal, y este es exactamente el tipo de sacerdote que el mundo necesita, y es "la Iglesia que estamos llamados a ser". 

Entonces como ahora
El cardenal Gambetti reconoció que hoy también existen traiciones. "Siempre hay un Judas", dijo, ya sea en sistemas que priorizan el lucro sobre las personas, o en corazones tentados por la influencia y la comodidad, el peligro de vender lo sagrado sigue siendo real, afirmó. 

"Y sin embargo", añadió, "incluso ahora, Jesús sigue arrodillado". El cardenal arcipreste recalcó que Jesús no pide perfección, sino presencia.


El cardenal Gambetti invitó a la Iglesia y a sus miembros a ser un pueblo eucarístico: "para ser partidos y compartidos, como Él; para llegar a ser lo mismo que recibimos".

El vicario general para la Ciudad del Vaticano instó a la Iglesia y a sus miembros a ser un pueblo eucarístico: "partidos y compartidos, como Él; a ser lo mismo que recibimos". 

"Señor Jesús", oró, "gracias por venir a nosotros cada día en la humilde forma del pan y el vino. Haznos también Eucaristía".+