Martes 23 de abril de 2024

Mons. Ojea: Nuestra sociedad tiene necesidad de confianza

  • 13 de febrero, 2022
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
"Generando confianza se puede construir una sociedad verdaderamente fraterna y estable" sostuvo el obispo de San Isidro en su reflexión semanal.
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El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Vicente Ojea, recordó que “para lograr socialmente una convivencia fraterna, un mínimo acuerdo superador de contradicciones, de situaciones fuertemente contrapuestas, es necesaria la confianza y la confianza se pone en primer lugar en Dios”.

En su reflexión para el sexto domingo del tiempo durante el año, monseñor Ojea comenzó compartiendo la primera bienaventuranza según el Evangelio de Lucas que se lee este domingo: “Bienaventurados los pobres porque a ellos les pertenece el Reino de los cielos”. 

“¿Quién es el pobre? Se pregunta el presidente de la CEA. “El pobre, explicó, en general, en la Biblia es el que carece de bienes; al carecer de bienes carece de intensidades, es débil y al mismo tiempo es el que al carecer de bienes no puede proyectar, no tiene bienestar”.

El obispo de San Isidro continuó preguntándose: “¿Qué pasa con el que carece de bienes? Necesita apoyarse en otro, necesita depositar su confianza en otro, así como la pobreza tiene “como algo malo”, la carencia tiene como aspecto positivo el desencadenar una realidad espiritual necesaria, la confianza. El pobre es el que deposita confianza porque está expuesto, porque no puede confiar en sus bienes porque no los tiene, ni en sus riquezas que no las tiene, ni en su poder, ni en su capacidad y por eso no están lejos de la soberbia y necesariamente tiene que apoyarse en otro”.

Monseñor Ojea reflexionó: “¡qué necesidad tiene nuestra sociedad de confianza!  Vivimos sospechándonos; vivimos pensando que el otro algo me quiere vender, en algo me va a engañar”. 

“Hemos tenido experiencia de decepciones, de frustraciones; hemos puesto confianza muchas veces en personas que nos han defraudado y entonces tenemos miedo, nos quedamos como paralizados y guardamos silencio; no hablamos, preferimos no hablar y preferimos la economía de palabras que es como una “defensa” frente al riesgo que corro de estar expuesto y de volver a quedar fuera del juego con la confianza deshecha. Para poder lograr socialmente una convivencia fraterna, un mínimo acuerdo superador de contradicciones, de situaciones fuertemente contrapuestas, para lograr esto es necesaria la confianza y la confianza se pone en primer lugar en Dios, por eso el Señor destaca estas bienaventuranzas: el pobre es el que carente de todo, de alguna manera se apoya en Dios y Dios le da su apoyo”.

Hacia el final de su mensaje el obispo sanisidrense animó transmitiendo que: “esto está confirmado en este texto del Evangelio donde el Señor después de rezar para elegir a sus apóstoles se dedica a curar a la multitud, a recibir a la multitud empobrecida por tantas carencias. El Señor se ofrece como una alternativa de confianza porque sabe que generando confianza se puede construir una sociedad verdaderamente fraterna y estable”.+