Mons. Ojea: 'Francisco fue un verdadero servidor de la paz'
- 29 de abril, 2025
- San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
El obispo emérito de San Isidro compartió su reflexión por el domingo de la Misericordia y alentó a "pedir la paz, anunciar el Evangelio que fue la vida de Francisco, y pedir el don de la fe".
"Celebramos este Domingo de la Misericordia y las partes del Evangelio que vamos a comentar nos hace tener muy presente al Papa Francisco. Jesús resucita y lo primero que les dice a los apóstoles es: 'La paz esté con ustedes'. La paz es el primer fruto de la Pascua, es la primera palabra que Jesús pronuncia y el Papa Francisco fue un verdadero servidor de la paz", dijo emérito de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, en su reflexión de dominical.
"Recuerdo como en abril del año 2019 recibió en Santa Marta para hacer un retiro, a los líderes rivales de Sudán del Sur que tenían que firmar un tratado. El Papa los convocó y cuando llegó el momento de la despedida pidió besarles los pies para suplicarles que hicieran la paz", señaló.
Monseñor Ojea recordó que el Papa "sentía en el corazón un peso continuo por el tema de la guerra en el mundo, y, decía 'La guerra se desarrolla en un escenario; las armas se fabrican en otros escenarios, pero aquellos países donde se fabrican las armas no reciben a los refugiados que son consecuencia de los conflictos y de las armas'. Pidámosle al Señor hoy, el día de la paz y la misericordia, por esa paz que tanto necesitamos; la paz del alma, la paz interior, la paz social".
"En la segunda parte del Evangelio -manifestó- Jesús los envía; sopla sobre ellos como una nueva creación, es como si comenzara una creación nueva. En el Génesis sopla sobre el barro, aquí sopla sobre los apóstoles dándoles el Espíritu Santo. Él entra estando cerradas las puertas y quiere una Iglesia de puertas abiertas, como decía Francisco".
"Los invita a misionar, los envía, pero los envía a superar el miedo, a abrir las puertas. La Iglesia no tiene puertas, decía el Papa. La iglesia tiene que ser ese hospital de campaña abierto para todos, donde podamos entrar todos. 'Yo los envío' es el envío del Espíritu Santo", enfatizó el obispo emérito de San Isidro.
Finalmente, se refirió a la fe: "Tomás necesita tocar para creer. Recibimos esta bienaventuranza, 'felices los que crean sin haber visto'. Qué notable la paciencia misericordiosa de Jesús".
"Vuelve a presentarse y le dice a Tomás: 'Vení aquí están mis manos, aquí está mi costado podés tomar tu mano y en adelante no seas incrédulo sino hombre de fe". Pidamos la paz, pidamos ser auténticamente enviados, cerrando cualquier miedo que nos pueda trabar para anunciar el Evangelio que fue la vida de Francisco y pidámosle el don de la fe, esa fe que opera por la caridad, esa fe que se pone en movimiento con esa dimensión de ir hacia Dios, yendo al servicio de los hermanos", concluyó.+