Mons. Montini a los sacerdotes: "Acrecentar nuestra confianza en Dios"

El obispo de Santo Tomé presidió el miércoles 31 de marzo la misa crismal en la capilla Nuestra Señora de Itatí, acompañado por el clero diocesano y religioso.

La diócesis de Santo Tomé celebró en la tarde del miércoles 31 de marzo su misa crismal, con la bendición de los óleos de los catecúmenos, de los enfermos, y la consagración del Santo Crisma.

El clero diocesano y religioso renovó sus promesas bautismales en la celebración que fue presidida por el obispo de Santo Tomé, monseñor Gustavo Alejandro Montini, en la capilla Nuestra Señora de Itatí.

En la homilía, el prelado manifestó su alegría por encontrarse con el presbiterio, después de tanto tiempo y dio gracias a las redes sociales porque “nos permiten estar unidos en una misma celebración con tantos hermanos dispersos en nuestro extenso territorio diocesano”.

Monseñor Montini se centró en tres propuestas para la reflexión, basadas en el lema del último encuentro diocesano: “La profecía de ser familia: aquí estamos, envíanos”. “Para ser profecía -dijo- se debe ante todo ser familia”, y se detuvo a explicar que “querernos verdaderamente con todo lo que implica, y generar gestos que alimenten esta realidad. Saber establecer entre nosotros vínculos sanos y profundos”.

"Para ser profecía -prosiguió- debemos ser una familia ‘unida’”. En este sentido, hizo referencia al “cuerpo” que integra la diócesis y “funciona de modo orgánico”. El tercer punto, “cultivar la disponibilidad. ¡Aquí estamos, envíanos!”, lo centró en la apertura de quienes integran la diócesis.

Después se dirigió especialmente a los sacerdotes para la renovación de sus promesas y los animó a “pedir la gracia en este momento de nuestra historia personal y comunitaria, de una constante conversión del corazón, y de todo lo que nace de él: la mirada, los pensamientos, las palabras, las actitudes y también las costumbres”.

Y los animó sobre todo en los difíciles momentos “marcados lamentablemente por una creciente incertidumbre sanitaria, social, económica y cultural, nuestra gente tiene necesidad de que seamos profetas de esperanza”. Por eso, aconsejó “debemos acrecentar nuestra confianza en Dios, buscar con honestidad y en familia ser fieles a nuestra vocación, cultivar nuestra mirada contemplativa y vivir auténticamente la pobreza”.

Al finalizar, monseñor Montini encomendó la Semana Santa a los patronos de la diócesis, Nuestra Señora de Itatí y Santo Tomás Apóstol, y en este año de modo especial a San José.+

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