Los sacerdotes, junto al obispo monseñor Gustavo Montini, se reunieron en la casa de retiros Santa Catalina, donde monseñor Ojea tuvo a su cargo la prédica.
Se trata de la madre Bernardita Rosario del Carmen Villarroel Quezada, de la Congregación de las Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas. La designó el obispo Gustavo Montini.
Participaron numerosos docentes de instituciones católicas y no católicas de la diócesis. Mons. Montini llamó a revalorar la vocación docente, que es un don y un regalo.
A pesar del mal tiempo, peregrinos provenientes de los tres decanatos diocesanos caminaron con fe, alegría y amor hacia la casa de la Virgen, renovando su compromiso como familia en Cristo.