Mons. Mestre: '¡Que Jesús tenga autoridad en nuestra vida!'
- 31 de enero, 2024
- La Plata (Buenos Aires) (AICA)
En su reflexión dominical, el arzobispo platense aseguró que "debemos darle autoridad a Jesús sobre nuestro corazón, para que Él con su poder expulse los espíritus impuros de nuestra vida".
El arzobispo de La Plata, monseñor Gabriel Mestre, propuso tres puntitos para orar y meditar a la luz de la Palabra del domingo 28 enero, a partir de los siguientes términos: espacios, ejercicios y autoridad.
Los espacios de autoridad
En el primer punto, el prelado se refirió al ejercicio de la autoridad y del poder, “que es algo inherente a la vida. No es malo en sí mismo. Es más: es justo y necesario. Se va realizando en los distintos espacios de la vida”.
“No puede haber organización mínima en una familia y en una pequeña o gran comunidad, si no existen formas de ejercicio de autoridad y de poder. En el trabajo y en toda la vida social en sus diversos niveles, se dan estos espacios de poder. A veces, son los roles y funciones las que marcan este ejercicio: el padre y la madre, el coordinador, la animadora, el jefe, etc”, resaltó.
En otros casos, subrayó, “son las coyunturas las que van señalando el ejercicio de la autoridad: la enfermedad de una persona en el núcleo familiar, el debilitamiento del que tiene la responsabilidad de coordinar o animar, etc. Este no es un tema menor. Muchos de los conflictos vinculares parten de situaciones que tienen que ver con el ejercicio de la autoridad en los diversos espacios de poder”.
“Todos, inexorablemente todos, desde el momento en que comenzamos a tener conciencia subjetiva, ejercemos de una u otra forma la autoridad y el poder. Hagamos un sereno diagnóstico sobre nuestros espacios de poder y autoridad”, manifestó.
El ejercicio de la autoridad
El arzobispo platense aseguró que, “una vez que hacemos el diagnóstico en el punto uno del dónde y sobre quiénes ejercemos la autoridad, ahora, en el punto dos, nos preguntamos cómo lo estamos ejerciendo. Entonces nos confrontamos así con el modelo de autoridad de Jesús”.
“El Señor no se impone por autoritarismo, ni por gritos y violencia, ni por mutismos y ausencias, ni por caprichos y presiones... Jesús tiene autoridad por su coherencia de vida. Este debe ser nuestro modelo. En el Señor, del dicho al hecho, no hay un largo trecho. Al contrario, no hay distancias: en Jesús, palabras y obras tienen un correlato absoluto. Esta es la forma de autoridad que tenemos que ejercer hoy los discípulos del Señor: la coherencia”, enfatizó.
¿Quién tiene autoridad sobre mi vida?
En el tercer y último puntito de su reflexión dominical, monseñor Mestre aseguró que la respuesta “es obvia para un discípulo del Señor: Jesús tiene autoridad sobre mi vida”.
Sin embargo-dijo-, “no siempre lo tenemos tan claro en medio de las situaciones cotidianas. Por eso, debemos darle autoridad a Jesús sobre nuestro corazón, para que Él con su poder expulse los espíritus impuros de nuestra vida. Que Jesús tenga poder y autoridad sobre nuestra vida, en gran parte, depende de nosotros”.
Finalmente, expresó: “Dios se somete a nuestra libertad para que lo podamos elegir, para que lo dejemos entrar en nuestro corazón y tenga verdadera autoridad. En muchas circunstancias, pareciera que en nuestra vida tiene más autoridad un mal pensamiento, el efecto indiscriminado de los medios de comunicación social o cualquier personaje de moda del momento. ¡Que Jesús tenga autoridad en nuestra vida!”.+