Viernes 19 de abril de 2024

Mons. Mestre: "De la fe en Cristo a la fe sacramental"

  • 11 de agosto, 2021
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
En su homilía sobre el evangelio de este domingo, el obispo de Mar del Plata predicó con sus tradicionales tres puntitos y exhortó a no apagar el fuego del Espíritu Santo.
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Monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, sintetizó en tres palabras su reflexión sobre el evangelio de este domingo: murmurar, comunión y entristecer.

Murmurar en el camino de la vida
Con relación al primer concepto, el obispo marplatense explicó: “El verbo murmurar puesto aquí recuerda claramente la actitud del Pueblo que sale de Egipto y, en el camino, murmura contra el mismo Dios por el ‘precio’ que tiene la libertad. Rumorean, se quejan, protestan y hasta se rebelan contra el mismo Dios. Prefieren la falsa seguridad de la esclavitud de Egipto a la libertad que Dios les regala en tránsito a la Tierra Prometida”.

“A los judíos en diálogo con Jesús les pasa lo mismo. Murmuran, sospechan del mismo Dios. Y a nosotros, a cada uno de nosotros nos puede ocurrir lo mismo. La murmuración por miedo a la libertad que Dios nos trae puede ser parte de nuestra vida”, agregó.

Primera y segunda comunión
“La segunda parte del evangelio de hoy, señala el paso de la fe en Cristo a Cristo Eucaristía. Se podría decir que es necesaria una primera comunión que implica aceptar a Jesús como Pan de la fe y, en consecuencia, aceptar una segunda comunión que es acercarse para recibirlo como Pan en la Eucaristía. Las “dos comuniones” se corresponden y se reclaman mutuamente: aceptar que es verdaderamente el Hijo de Dios y que está realmente presente en la Eucaristía que es su mismo Cuerpo”, observó.

Con relación a esto, monseñor Mestre invitó a preguntarse: “¿Busco pasar de la comunión con Dios en la fe a la comunión con el Señor en la presencia sacramental? ¿Creo en la presencia de Dios en los Sacramentos?”.

No entristecer al Espíritu Santo
Para terminar, el obispo se refirió a una frase de la segunda lectura: “No entristezcan al Espíritu Santo”. “Es una imagen antropomórfica del Espíritu, es decir se le da características humanas a la misma Tercera Persona de la Trinidad. ¿Cuál es la característica? La tristeza. ¿Por qué está triste el Espíritu? Porque no somos capaces de responder al sello, a la marca de pertenencia que tenemos desde el Bautismo y la Confirmación y que nos hace crecer siendo buenos y compasivos, abiertos al perdón y practicando el amor como buenos imitadores de Dios”, expresó.

En la conclusión, monseñor Mestre manifestó: “El Espíritu ‘se entristece’ cuando en nuestra vida reina la amargura, los arrebatos, la ira, los gritos, los insultos y toda clase de maldad”. Y exhortó a responder: “Mi familia, mi grupo, mi comunidad, ¿apaga el fuego del Espíritu?; ¿en qué circunstancias? ¿Estoy orgulloso de haber sido marcado con el sello del Espíritu que me da la gracia para ser bueno y compasivo, perdonar y amar como buen imitador de Dios?”.+