Mons. Lozano: "Sin apertura no hay desborde"
- 27 de noviembre, 2021
- San Juan (AICA)
"Hoy 'sentir con la Iglesia' nos lleva a la comunión y la misión en espíritu sinodal. 'La misión es una pasión por Jesús pero, al mismo tiempo, una pasión por su pueblo'", afirmó el arzobispo.
Monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), destaca el significado profundo que tiene la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, que se desarrolló esta semana en México y cierra este domingo.
“La Asamblea Eclesial no termina con la Eucaristía este domingo 28 de noviembre. Es un proceso con diversas fases o etapas”, aclaró, y anticipó: “Ahora vendrá el tiempo de recoger los aportes de estos días y continuar realizando el discernimiento de opciones pastorales para asumir los nuevos desafíos a los cuales Dios nos urge responder”.
El arzobispo sanjuanino recordó que al publicarse el Documento Conclusivo de Aparecida muchos se preguntaron: “¿Cómo hacemos para que los obispos se apropien del documento?” y reconoció que pronto se cambió esa formulación: “¿Cómo hacemos para se lo apropien las diócesis, todo el Pueblo de Dios?”.
“Hoy seguimos escuchando preguntas en aquel estilo. ‘¿Cómo hacemos para que se sumen los párrocos; para que los obispos se motiven con la Asamblea Eclesial?” “¿Y con el camino sinodal al cual nos ha convocado Francisco?’. No se trata de contraposición de vocaciones, sino de sumarnos todos los hombres y mujeres de fe (diversos carismas, vocaciones, ministerios) como Pueblo de Dios para caminar juntos”, precisó.
Monseñor Lozano señaló una cuestión que consideró muy importante: “Entre la Asamblea Eclesial y el Sínodo no hay yuxtaposición y menos aún oposición. Son impulsos del mismo Espíritu Santo en el mismo sujeto eclesial”, aseguró.
“La conversión pastoral comenzó en la mañana de Pentecostés. Las primeras comunidades debieron discernir qué hacer ante los nuevos desafíos de la misión. El Espíritu Santo fue mostrando los lugares y actitudes en los cuales los nuevos escenarios desafiaban a la Evangelización: compartir los bienes para que nadie sintiera necesidad, rezar juntos, acercarse a los pobres y excluidos de la sociedad y la comunidad religiosa”, agregó.
El secretario general del Celam invitó a no perder de vista las dos palabras que el Papa pidió tener en cuenta en su mensaje a la Asamblea Eclesial: escucha y desborde.
“La Escucha no tiene la finalidad de un marketing religioso. Implica entrar con los pies descalzos en los corazones que se abren y se expresan. Estamos ‘pisando tierra sagrada’”, explicó.
“Se trata de escuchar ‘la voz de Dios hasta escuchar con Él el clamor del Pueblo, y escuchar al pueblo hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama” (Francisco, Mensaje a la Asamblea). Resuena en esta expresión la voz del Beato, obispo y mártir Enrique Angelelli: ‘tener un oído en el pueblo y otro en el Evangelio’”, evocó.
Al referirse al desborde, monseñor Lozano planteó: “Debe haber apertura para recibir. Un vaso invertido no es capaz de ser colmado; el agua que se le vuelca le resbala sin ingresar en él. Cuando está con la boca hacia arriba es capaz de recibir en abundancia. Algo semejante sucede con el Espíritu Santo en los hombres y mujeres de fe. Para ser ‘desbordados’ debemos estar abiertos a su obra”.
“El obispo San Óscar Romero tenía como lema episcopal ‘sentir con la Iglesia’. La Iglesia en el continente está en camino de Asamblea; la Iglesia y el mundo están en camino sinodal. Hoy ‘sentir con la Iglesia’ nos lleva a la comunión y la misión en espíritu sinodal. ‘La misión es una pasión por Jesús pero, al mismo tiempo, una pasión por su pueblo’”, concluyó.+