El arzobispo de San Juan consideró que, en "un tiempo marcado por la 'crisis de esperanza'", la misión debería ser "despertar la solidaridad y caminar juntos".
El arzobispo sanjuanino aseguró que "Dios nos fortalece y reanima". Tras advertir que "el desaliento nos paraliza y adormece", destacó el poder esperanzador de la Cuaresma: "Nos abre a otra mirada".
"Con su estilo sencillo y franco, pudo expresar el amor de Dios por los humildes y sufrientes", dijo el arzobispo, y resaltó su oración constante, la esperanza en la Palabra y devoción a la Virgen.
El arzobispo invitó a "acoger en la vida la Palabra de Dios, en la Biblia y en los otros caminos por medio de los cuales sigue comunicando su amor, llamando a ser parte en el Reino que nos anuncia".