Mons. García Cuerva: Desterrar el echarle la culpa al otro, la calumnia y la difamación
- 11 de junio, 2024
- Buenos Aires (AICA)
"Hay que entender que una familia dividida no puede subsistir y que iluminados por la palabra de Dios empecemos a cambiar haciéndonos cargo cada uno de su propia responsabilidad", planteó el arzobispo
El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, recordó que en el tedeum del 25 de Mayo dijo que "nuestro pueblo necesita en algún momento que la dirigencia haga una autocrítica madura y que cada uno se haga cargo de lo que hizo mal".
"Desgraciadamente vivimos siempre echándole la culpa al otro. Nadie se hace cargo de nada. Todos gobernaron, todos gobiernan, pero siempre la culpa es del otro", lamentó y sostuvo: "Creo que es importante que aprendamos a hacernos cargo cada uno de la responsabilidad que tiene".
En su homilía, y al meditar sobre las lecturas dominicales, el arzobispo porteño afirmó que encontró una frase: "Equivocarse es un defecto de muchos, pero pedir disculpas es una virtud de pocos".
"Ojalá seamos capaces de hacernos cargo cada uno de su responsabilidad. A veces, ya desde chiquitos, decimos '¿Quién fue? Nadie'", graficó.
Monseñor García Cuerva estimó importante "poder hacernos cargo, ser responsables, eso nos va haciendo crecer en madurez" y opinó: "Creo que a veces, como pueblo, los argentinos somos un poco inmaduros, somos muy adolescentes".
"Siempre la culpa de lo que pasa es de otro y nadie se hace cargo y todos hicieron todo bien y los otros hicieron todo mal", planteó y evaluó: "Un modo muy facilista de analizar la realidad que sabemos que no es real. Al mismo tiempo, hoy Jesús en el Evangelio recibe algunas críticas".
"Así como no nos hacemos cargo y siempre la culpa la tiene el otro también somos muy fáciles para dañar la reputación de las personas con información falsa, eso es la difamación. Y somos también muy capaces de atribuir delitos falsamente a otras personas y eso es la calumnia", diferenció citando al Papa Francisco y puntualizando: "En realidad, lo podríamos decir en criollo: 'hablar mal de los demás, sin fundamento'".
El primado argentino propuso pedirle a Dios que las lecturas de este domingo interpelen a cada persona, para "hacerse cargo cada uno de lo propio; dejando de echar culpas afuera y al mismo tiempo dejando de difamar, de calumniar, de hablar mal del otro".
"Que seamos capaces de desterrar el echar siempre la culpa afuera, que seamos capaces de desterrar la calumnia y la difamación, que podamos entender de una vez y para siempre los argentinos que una familia dividida no puede subsistir y que iluminados por la palabra de Dios empecemos a cambiar poniéndonos delante de Dios sin miedo y vergüenza, sino haciéndonos cargo cada uno de su propia responsabilidad", concluyó.+