Domingo 24 de noviembre de 2024

Mons. Canecín: "Elaborar el duelo desde la fe"

  • 3 de noviembre, 2023
  • Goya (Corrientes) (AICA)
"Desde ahí encontramos el consuelo, la paz, la serenidad, y podemos tener una memoria agradecida de quienes se nos adelantaron al Padre", señaló el obispo de Goya en la misa por los Fieles Difuntos.
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En la Solemnidad de los Fieles Difuntos, el obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín, presidió la Eucaristía en la catedral Nuestra Señora del Rosario, ante la presencia de un grupo numeroso de personas, que se acercó a orar y pedir por el descanso eterno de las personas fallecidas.

En la homilía, el diocesano animó a los fieles a “renovar la esperanza en la vida eterna”, al tiempo que recordó que la “obra mayor de misericordia que podemos hacer nosotros es rezar, para que ellos terminen su purificación y lleguen a la plenitud del cielo”. 

Luego, como signo de la luz de la resurrección, invitó a encender velas desde el cirio pascual. Además, recordando a los hombres y mujeres que ya partieron de este mundo, señaló: “El misterio de la muerte es como una cara de la moneda, dolorosa, temida, pero la muerte es inherente a nuestra condición humana, como lo es la enfermedad, y es la ley que rige al ser humano”.

“Desde la Resurrección, nosotros leemos el sentido de la vida y todo lo que nos toca vivir y pasar, mientras peregrinamos en este mundo. Nosotros, como cristianos, nos sentimos peregrinos a la casa del Padre, sabemos que salimos de Dios y que vamos a Dios, sabemos que lo definitivo es Dios, el Alfa y el Omega, el principio y el fin. Desde la fe tenemos la certeza del cielo nuevo y la tierra nueva”, agregó.

Y subrayó: “Al celebrar el día de Todos los Fieles Difuntos hacemos la obra mayor de misericordia”. “Hacemos por otro lo que mañana queremos que hagan por nosotros”, dijo.

Luego, señaló: “La obra mayor de misericordia que podemos hacer nosotros es rezar para que ellos terminen su purificación y lleguen a la plenitud del cielo”.

Además, el prelado invitó a “elaborar el duelo desde la fe”, porque “desde ahí encontramos el consuelo, la paz, la serenidad y podemos tener una memoria agradecida de quienes se nos adelantaron al Padre”.

“Hay una sola vida, que se hace eternidad. Se hace eternidad en el tiempo cuando pasamos el umbral y esa expresión suaviza y ayuda a entender, comprender y vivir este misterio tan hondo, el misterio de la vida y el misterio de la muerte”, aseguró.

Finalmente, invitó a dar gracias a Dios, que “nos regaló el don de la fe cristiana, la fe en la resurrección de los muertos, esa es la última palabra”.+