Mons. Buenanueva: 'Es más sencillo ganar poder que usarlo para transformar un país'
- 10 de octubre, 2025
- San Francisco (Córdoba) (AICA)
El obispo de San Francisco aconsejó a la dirigencia política leer a santo Tomás de Aquino sobre la humildad, una virtud que considera esencial para reconstruir la convivencia y las instituciones.

En una nueva reflexión publicada en su página Evangelium Gratiae, el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, ofreció un "consejo de lectura" a los hombres y mujeres de la política en este tiempo "intenso" que vive la Argentina: acudir a lo que santo Tomás de Aquino enseña sobre la virtud de la humildad en la Suma Teológica.
El prelado comenzó despejando un equívoco frecuente: "En nuestro hablar popular, 'humilde' es sinónimo de carenciado. Santo Tomás aclara que, en ese sentido, la humildad no es una virtud. Aunque también señala, con perspicacia, que el que se desmerece a sí mismo tampoco es virtuoso".
Monseñor Buenanueva destacó que la humildad "es una virtud fundamental en la vida espiritual", porque "nos hace conscientes de nuestros límites y defectos delante de Dios y de los demás".
Al mismo tiempo, ayuda a refrenar "la soberbia de creernos más de lo que somos o podemos", y permite "recibir la ayuda de Dios y también la de los demás".
El obispo citó un pasaje de santo Tomás que vincula la humildad con la magnanimidad: "La búsqueda de un bien arduo -como la justicia- requiere la conjunción de dos virtudes: una que refrene el ánimo para que no aspire desmedidamente a lo excelso, que es la humildad; y otra que fortalezca el ánimo contra la desesperación y empuje a desear las cosas grandes conforme a la recta razón, que es la magnanimidad."
Un tiempo de construcción
De cara a las próximas elecciones del 26 de octubre, monseñor Buenanueva subrayó que el lunes siguiente "se abrirá un tiempo de construcción".
"Los números darán ganadores a algunos; otros tendrán que asumir la derrota. A unos y otros, el Congreso les abrirá sus recintos para darnos leyes justas", expresó.
En ese contexto, advirtió que "unos y otros necesitarán humildad para reconocer que es más sencillo ganar poder que usar de él para transformar realmente un país". También llamó a cultivar esta virtud "para reconstruir con paciencia la convivencia, las instituciones y la economía".
Finalmente, el obispo de San Francisco recordó que todos los ciudadanos "seguiremos batallando la vida, anhelando un país con posibilidades para todos", una meta que "hasta ahora parece un sueño".
"Todos tendremos que echar mano de la virtud de la humildad, porque tendremos que seguir intentando mejorar la vida de todos con paciente perseverancia. Dios nos auxilia, pero no hace lo que nosotros tenemos que hacer", concluyó.+