Viernes 10 de octubre de 2025

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Consejo de lectura para político

Reflexión de monseñor Sergio O. Buenanueva, obispo de San Francisco publicado en Evangelium Gratiae (7 de octubre de 2025)

Si algún hombre o mujer de la política me pidiera un consejo de lectura para este tiempo intenso que vivimos, entre las muchas posibilidades, le aconsejaría lo que santo Tomás de Aquino enseña sobre la virtud de la humildad (Suma Teológica II IIae q 161).

Despejemos un malentendido: en nuestro hablar popular, “humilde” es sinónimo de carenciado. Santo Tomás aclara: en ese sentido, la humildad no es una virtud. Aunque también señala, con perspicacia, que el que se desmerece a sí mismo tampoco es virtuoso.

La humildad, después de las virtudes teologales y las intelectuales, es una virtud fundamental en la vida espiritual de una persona.

Nos hace conscientes de nuestros límites y defectos, delante de Dios y los demás. Refrena la soberbia de creernos más de lo que somos o podemos, impidiéndonos recibir la ayuda de Dios y también la de los demás. Nos ubica positivamente y de manera realista ante el bien arduo que, nos atrae tanto como nos intimida.

La búsqueda de un bien arduo (la justicia, por ejemplo) requiere la conjunción de dos virtudes: “Una de ellas -observa- ha de atemperar y refrenar el ánimo, para que no aspire desmedidamente a las cosas excelsas, lo cual pertenece a la humildad, y la otra ha de fortalecer el ánimo contra la desesperación y empujarlo a desear las cosas grandes conforme a la recta razón, y es lo que hace la magnanimidad.” (S Th II IIae q 161 a 1).

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El domingo 26 de octubre, los ciudadanos daremos nuestro veredicto inapelable a las propuestas que nos hacen los diversos espacios políticos.

El lunes 27 de octubre se abrirá un tiempo de construcción.

Los números darán ganadores a algunos; otros tendrán que asumir la derrota. A unos y otros, el Congreso les abrirá sus recintos para darnos leyes justas. Unos y otros necesitarán humildad para reconocer que es más sencillo ganar poder, que usar de él para transformar realmente un país.

Humildad para reconstruir con paciencia su convivencia, sus instituciones y también su economía.

Todos los ciudadanos seguiremos batallando la vida, anhelando un país con posibilidades para todos. Una meta que, hasta ahora, parece un sueño.

Todos tendremos que echar mano de la virtud de la humildad, porque tendremos que seguir intentando mejorar la vida de todos con paciente perseverancia.

Dios nos auxilia, pero no hace lo que nosotros tenemos que hacer.

Mons. Sergio O. Buenanueva, obispo de San Francisco
7 de octubre de 2025
Fiesta de la Virgen del Rosario