El obispo de San Francisco recordó el testimonio de los apóstoles Pedro y Pablo y destacó el rol del papa León XIV como custodio de la fe y signo de unidad en la Iglesia.
El obispo de San Francisco recordó que, por el bautismo, los cristianos se convierten en morada de Dios, llamados a vivir con esperanza, impulsados por el amor derramado por el Espíritu Santo.
El obispo de San Francisco invita a vivir Pentecostés como una realidad viva y transformadora, recordando que en medio de los tiempos cambiantes, el corazón de la fe cristiana sigue siendo el mismo.
En la fiesta de la Ascensión, el obispo de San Francisco animó a los fieles a renovar la esperanza cristiana y a anunciar con valentía que la vida tiene una meta que nos trasciende.