Mons. Braida da detalles de la propuesta de 'Iglesia sencilla' de la delegación chilena

El obispo de La Rioja ofreció pinceladas del desarrollo en Brasilia de la Asamblea Sinodal del Cono Sur. Contó su experiencia y algunas de las conclusiones que van surgiendo.

El obispo de La Rioja, monseñor Dante Gustavo Braida, dio detalles de la segunda jornada de deliberaciones de la Asamblea Regional del Cono Sur de América Latina y el Caribe, que hasta el viernes se desarrolla en Brasilia, Brasil, con la participación de delegados de la región.

La actividad, en el marco de la Fase Continental del Sínodo de la Sinodalidad, se inició con un tiempo de oración animado por la delegación chilena en torno a la imagen de la tienda o carpa.

En su comunicación con la comunidad diocesana, el prelado riojano contó que hubo reuniones en comisiones o comunidades tomando como base el documento de trabajo para esta etapa del camino llamado “Ensancha el espacio de tu tienda” y abordando los temas propuestos desde el punto 32 al 56.

“Se han realizado tres reuniones abordando las intuiciones que nos despierta el abordaje de esos puntos del texto, las tensiones que suscitan el camino sinodal y los temas más recurrentes de los diálogos compartidos. La metodología de trabajo es la de la conversación espiritual”, puntualizó.

Al finalizar la jornada, el obispo argentino señaló que expusieron las comunidades destacándose entre otros puntos la necesidad de tratar y profundizar en el “camino sinodal” los temas:

• Jóvenes: Considerar su ausencia en la vida de la Iglesia y la no escucha atenta de los que sí participan y a los jóvenes que están.

• Mujer: valorizar su lugar propio y singular en la Iglesia y la sociedad.

• Favorecer la fromación integral de todo el Pueblo de Dios, en especial de los laicos, poniendo como eje espiritualidad bautismal. Formación para ser testigo del evangelio en la vida cotidiana, promoviendo la justicia y la paz. Formación para la vida misionera y la asunción de diferentes ministerios.

• Acentuar la identidad itinerante de la Iglesia, su disposición a la salida a llegar a todos, sobre todo a los más vulnerables, a todas las periferias. En el grupo se destacó la importancia de crear en cada país la pastoral digital.

• Acogida e inslusión de la diversidad de identidades y situaciones de vida.

• Promover la escucha y el diálogo en todos los ambientes, especialmente entre confesiones religiosas y en situaciones de conflicto.

• Reformar las estructuras organizativas, superando el clericalismo y favoreciendo la participación de los diferentes carismas laicales.

Monseñor Braida detalló que en la comunidad de la que participa “está integrada por un hermano y tres hermanas brasileras, un chileno, un paraguayo y otro argentino”.

“El clima fue de mucha confianza y diálogo sincero. Se percibió un gran deseo de cambios en la Iglesia que permita vencer miedos que paralizan y permitir ampliamente la acción del Espíritu que nos mueve a abrir horizontes nuevos ‘ensanchando’ los espacios de participación y misión”, destacó.

El obispo riojano indicó que la jornada finalizó con la misa presidida por el obispo chileno Santiago Silva Retamales y puntualizó que esa delegación compartió que en las comunidades trasandinas que el proceso de discernimiento eclesial “ha estado fuertemente ligado con la crisis de los abusos en la Iglesia”.

“Por ello, al inicio de la misa, se realizó un sincero pedido de perdón: perdón por no saber descubrir a tiempo las raíces del abuso y del pecado, por no saber abrir oportunamente sus oídos al clamor de los vulnerados, por su demora en seguir los pasos de Jesús, Señor de la Gloria y Siervo sufriente”, detalló sobre la realidad eclesiástica en el país vecino.

En este sentido, el obispo argentino afirmó que en su homilía, monseñor Silva planteó: “No existe una Iglesia perfecta, existe una Iglesia que se siente vulnerada, que se siente con la tragedia del pecado y la maldad”. 

El prelado chileno, detalló monseñor Braida, propuso trabajar para ser parte de “una Iglesia humilde, una Iglesia sencilla, que sea una tienda en donde podamos vivir la autoridad como servicio, no como imposición… una Iglesia sencilla, que tiene por centro a Jesucristo y desde la sencillez anuncia a su Salvador”.

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