Sábado 14 de diciembre de 2024

Mons. Barbaro: El Hijo de Dios viene a traernos el amor

  • 24 de diciembre, 2021
  • Presidencia Roque Sáenz Peña (Chaco) (AICA)
El obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña, monseñor Hugo Nicolás Barbaro, se dirigió a la comunidad con una carta con motivo de la Navidad.
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En vísperas de la Navidad, el obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña, monseñor Hugo Nicolás Barbaro, dirigió un mensaje a los fieles.

Al comenzar, destacó: "Siempre es motivo de alegría el nacimiento de un niño. Se movilizan los padres y todo el entorno: cambian sus horarios, tienen que estar disponibles para cuidarlo, dormir menos. Y todos le dan mucho amor. Una nueva vida despierta alegría, aviva esperanza de futuro".

En tal sentido, expresó: "Nos ha nacido un Niño, nace para nosotros en esta Navidad. Y no es un Niño más, es Dios que se hace hombre, que se hace como nosotros, expuesto al frío y al hambre, necesitado de protección, de amor".

"El que está en el pesebre de Belén no deja de ser un Niño particular, porque es el Hijo de Dios que viene a traernos el amor, es Dios con nosotros, para nosotros", agregó.

"Y trae el amor a un mundo en el que hay mal, sufrimiento. El mal, Dios no lo quiere, pero lo permite porque respeta nuestra libertad y somos los seres humanos, los protagonistas de egoísmos y de bastantes males. Dios igualmente se acerca, nos trae la alegría de saber que está con nosotros, a nuestro lado, que nos ama", aclaró.

"Y así como un niño que nace cambia la vida de los que lo quieren, este Niño nació para cambiar nuestra vida, para llenarla de Dios, para purificar la debilidad de las pasiones y llenarnos de paz y de amor", insistió.

Por eso, consideró que "si permitimos entrar más a Dios en nuestra vida, cambiaremos al menos un poco el mundo, contagiando la alegría propia de los hijos de Dios en las familias, entre los que nos rodean, la paz que nos da sentirnos en el camino de la verdad y del bien que proceden de Dios".

"Contamos con un arma muy poderosa que es la oración; no solo nos transforma personalmente, sino que tiene fuerza para conseguir de Dios lo que necesitan las familias para ser felices, y para que juntos vayamos avanzando hacia el mundo que Dios soñó al crearlo", concluyó, anhelando "que la alegría, la paz y el amor de la Navidad reinen en las familias y en todas partes".+