Miércoles 24 de abril de 2024

Monjas de clausura abandonan sus labores para hacer barbijos

  • 24 de marzo, 2020
  • Badajoz (España) (AICA)
Las hermanas carmelitas descalzas de Fuente de Cantos (Badajoz) se dedican habitualmente al bordado de ropa de bebés y ornamentos litúrgicos, además de a la oración y a la vida en comunidad.
Doná a AICA.org

“Estábamos preocupadas por la gente al saber que no se vendían en ninguna parte del pueblo”, explicó la hermana Rosario en conversación con Alfa y Omega. “Nosotras sí teníamos dos o tres mascarillas, pero se las habíamos dado al sacerdote al saber que tenía que ir al cementerio a rezar un responso. Por la noche, pensamos que sería bueno, ante la escasez de mascarillas, intentar fabricar algunas con la tela que teníamos para el bordado”, dijo la religiosa”.



El resultado del primer barbijo que hicieron no fue el esperado y le pidieron uno a la enfermera del pueblo para poder reproducirlo.



“Nos mandó uno, lo pudimos copiar y al día siguiente, cuando vino la enfermera, se lo regalamos”, contó la hermana Rosario.



La mascarilla terminó llegando a la alcaldesa, que por la noche llamó al monasterio para «darnos las gracias y pedirnos si podíamos hacer más para el pueblo, porque en el centro de mayores necesitaban muchas», explicó la carmelita.



Después de paralizar toda la producción de costura y de desinfectar los útiles de trabajo, las cinco monjas de la comunidad –en realidad son nueve religiosas, pero hay cuatro que no están en condiciones de hacer este trabajo– se pusieron manos a la obra el 19 de marzo y ya elaboraron más de 500 mascarillas. “Queríamos ayudar con lo poquito que teníamos”, expresó.



La idea fue tan exitosa que trascendió los límites del pueblo «y nos pidieron las instrucciones para fabricar barbijos otros conventos, parroquias y también enfermeras y médicos».



Pero más allá de colaborar haciendo mascarillas, «sobre todo estamos rezando por la situación. Es nuestra principal tarea. Sentimos mucho la muerte de la gente. Nosotras somos monjas de clausura, hemos optado por esta vida, pero hay mucha gente que está viviendo en un aislamiento forzado y me imagino lo que estarán pasando. También rezamos por ellos, y porque el Señor nos dé esperanza a todos. Como se dice, entre todos vamos a vencerlo», concluyó la hermana Rosario. +