Más de 350 jóvenes de Nueve de Julio participaron de Pascua Joven
- 4 de abril, 2024
- Lincoln (Buenos Aires) (AICA)
"Volver a Dios es el comienzo de una nueva vida": tal es el resumen de la experiencia vivida por los chicos de la diócesis, del 28 al 31 de marzo, en las instalaciones de la Sociedad Rural de Lincoln.
“Volver a Dios es el comienzo de una nueva vida”: este es el resumen de la experiencia vivida por más de 350 jóvenes de la diócesis de Nueve de Julio, del 28 al 31 de marzo, en las instalaciones de la Sociedad Rural de Lincoln.
Con el lema “Vuelve a casa”, chicos y chicas provenientes de diferentes localidades de esa jurisdicción eclesiástica participaron de la “Pascua Joven” organizada por la Pastoral Juvenil.
Charlas y testimonios, conversaciones y dinámicas de grupo, junto con momentos de silencio, oración y canto, todo ello unido a la participación en las celebraciones del Triduo Pascual realizadas allí mismo, conformaron la experiencia.
El lema convocante se inspira en la imagen y el mensaje de la parábola del hijo pródigo, que muestra al Padre misericordioso esperando siempre, adelantándose, mirando con amor, abrazando con su misericordia, realidades que los jóvenes pudieron experimentar -según su propio testimonio- en los momentos de “desierto”, tiempos de silencio para meditar y decidirse a retornar a Dios de todo corazón; y, sobre todo, en el sacramento de la reconciliación.
“En mi caso, fue realmente un volver a casa: a Dios, al grupo de Iglesia y, sobre todo, a mi propia familia, con la que estaba en malas relaciones últimamente. Volver a Jesús hizo posible el reencuentro con los de mi propia casa”, expresó uno de los participantes.
El padre José Pedraza, delegado diocesano de Pastoral Juvenil, afirmó que el propósito del encuentro fue una gran invitación a los jóvenes a volver a la casa de Dios, a poner la vida nuevamente en sus manos.
Asimismo, valoró positivamente los momentos de silencio y las charlas de acompañamiento. Finalmente, agradeció al equipo diocesano su compromiso en la preparación y, particularmente, la generosidad y la actitud de servicio de la comunidad de Lincoln encabezada por su párroco, padre Guillermo Gómez.
Haciendo un balance, Florencia, miembro del equipo diocesano de Pastoral juvenil, expuso: “Creo que las dos palabras claves que sintetizan y resumen lo vivido en esta Pascua Joven son 'encuentro' y 'amor'”.
Al explicar la elección de esas dos palabras, sostuvo: “Fueron unos días de encuentro intenso y fuerte con Dios, con uno mismo, entre nosotros y -según manifestaron muchos participantes- de reencuentro o reconciliación familiar o entre amigos. Pudimos experimentar el amor paternal de Dios, su abrazo, su voz. Amor también entre nosotros, como comunidad, amigos, Iglesia”.
El obispo de la diócesis, monseñor Ariel Torrado Mosconi, los visitó la mañana del sábado, estuvo confesando y, en un momento de reflexión, partiendo del lema convocante, les dijo a los presentes: “Estos días de Pascua son una oportunidad para volver a la casa interior, a la propia alma, para reencontrarnos con nosotros mismos y, desde allí, con Jesús vivo, con los demás, con la vida. Son una oportunidad para volver a la casa de los propios afectos: familia, amigos, a no dar por supuesto el amor sino a recrearlo, revitalizarlo, una y otra vez. Una oportunidad para volver a la casa que es la Iglesia, la comunidad, el propio grupo de pertenencia eclesial. Necesitamos de esa familia de la fe para vivirla, ir madurándola, para vivirla en plenitud, para sacar fuerzas para la misión”.+