Miércoles 10 de septiembre de 2025

Más de 300 catequistas de Merlo-Moreno participaron de su retiro anual

  • 10 de septiembre, 2025
  • Moreno (Buenos Aires) (AICA)
La jornada se llevó a cabo el colegio de la Consolata. Reflexionaron sobre los desafíos actuales que enfrentan a diario en su tarea evangelizadora.
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Más de 300 catequistas de la diócesis de Merlo-Moreno participaron el sábado 6 de septiembre del retiro anual diocesano, realizado en el colegio de la Consolata.

Animados con el lema: "Catequista: vos sos el barro que amo", la jornada se inició con una oración. Seguidamente, el obispo diocesano, monseñor Juan José Chaparro CMF, quien se encontraba acompañando el Jubileo de la Vida Consagrada en Luján, dirigió unas palabras a los catequistas, agradeciéndoles por la tarea evangelizadora que a diario realizan.

"Queridos catequistas de nuestra diócesis, se congregan para mantener encendido el fuego del Espíritu en ustedes, el Espíritu de Jesús, que los suscita, que los envía, que los congrega, para que hagamos esto, que es la obra de la evangelización como Iglesia de Jesús", manifestó.

El prelado les recordó además: "Les estamos siempre, como Iglesia, agradecidos de este servicio que hacen. Ciertamente que llevamos el tesoro de la fe en vasijas de barro, todos y todas. Pero, sin embargo, el Señor actúa por medio de nosotros para acompañar la vida. Estamos en esa gran misión de la vida, sea como evangelizadora o misionera, discípula de Jesús, aprendiendo siempre de Él, pero anunciando a todos". 


"Creemos en el Dios de la vida -continuó- que mandó a su Hijo para amarnos, que murió y resucitó y por eso la vida nueva es posible. El Evangelio de Jesús es vida nueva para la humanidad, estamos convencidos de eso, porque para nosotros es vida, en cada uno, en nuestras familias, en nuestras comunidades. Es fermento de vida, es semilla de vida, eso es el Reino de Dios".

Iluminación con la Palabra y reflexión grupal
A media mañana, los catequistas participaron de un momento de iluminación bíblica, guiado por el presbítero Alejandro Puiggari. Basándose en el pasaje de Jeremías 18 sobre el taller del alfarero, el sacerdote desarrolló su reflexión utilizando distintos recursos, entre ellos, anécdotas del papa Francisco.

Durante la actividad grupal -organizada en equipos de seis personas- se reflexionó sobre los sentidos que deben priorizarse en la labor catequística. Surgieron como claves: "la mirada", "la escucha", "los pies", "las manos" y "el corazón".

Un gesto simbólico con historia
Como cierre de la reflexión, se presentó una propuesta simbólica: se dejó en préstamo de la diócesis un cesto de basura hecho de cartón, mellizo de otro conservado por el papa Francisco. Ambos confeccionados por un cartonero en agradecimiento al cálido recibimiento que tuvo su hijo en una visita guiada a la catedral metropolitana de Buenos Aires cuando Bergoglio era arzobispo. La intención es que el cesto circule por las parroquias que lo soliciten recordando el pedido de Francisco de "una Iglesia pobre para los pobres".

Trabajo pastoral y misa de clausura
Luego del almuerzo, los participantes retomaron el trabajo en torno a la carta pastoral "Queremos ser testigos de Jesucristo en un mundo que cambia", abordando los nuevos desafíos con los que se enfrentan en los ámbitos familiar, social y económico. Tras la puesta en común, se recopilaron las respuestas para comenzar la elaboración pensando en una actualización del documento.

Finalmente, los catequistas partieron juntos en procesión hacia la parroquia Nuestra Señora del Carmen, ubicada sobre la calle Juncal, donde se celebró la misa de clausura del retiro. La eucaristía fue presidida por el presbítero Juan Olivera, vicario pastoral, y concelebrada por una decena de sacerdotes de la diócesis.+