Martes 3 de diciembre de 2024

Los obispos del NEA rezan por una pronta visita de Francisco

  • 22 de marzo, 2023
  • Posadas (Misiones) (AICA)
La misa fue presidida por Mons. Juan Martínez y concelebraron prelados de la región. "Seríamos muy felices de que nos visitara y Dios quiera que eso pudiera suceder pronto", expresó Mons. Stanovnik.
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Los obispos de la región pastoral del Nordeste Argentino (NEA) celebraron los 10 años de pontificado de Francisco el martes 21 de marzo, en la catedral San José de la diócesis de Posadas.

La Eucarístía fue presidida por el obispo diocesano, monseñor Juan Rubén Martínez, y concelebrada por los obispos de la región del NEA y por sacerdotes de la diócesis.

Participaron los arzobispos Andrés Stanovnik OFMCap (Corrientes) y Ramón Alfredo Dus (Resistencia), y los obispos Damián Santiago Bitar (Oberá), Nicolás Baisi (Puerto Iguazú), Ángel José Macín (Reconquista), Adolfo Ramón Canecín (Goya), Gustavo Alejandro Montini (Santo Tomé), Hugo Nicolás Barbaro (San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña), José Vicente Conejero Gallego (Formosa), José Adolfo Larregain OFM (auxiliar de Corrientes) y Ricardo Oscar Faifer (emérito de Goya).

Los obispos de la región, reunidos en su primer encuentro anual, quisieron expresar su gratitud a Dios por el décimo aniversario de Francisco como Vicario de Cristo mediante la celebración de la misa, a la que asistió el gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad; el vicegobernador, Carlos Arce; el intendente de Posadas, Leonardo Stellato; y la subsecretaria de Culto, Rossana Barrios. También, fieles laicos, autoridades gubernamentales, seminaristas y religiosas y religiosos.

En la homilía, monseñor Stanovnik manifestó que los obispos “nos alegramos con todos ustedes, porque hace diez años asumía el servicio del pontificado, como obispo de Roma, el arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Jorge Mario Bergoglio. Desde aquí le decimos que lo queremos, lo apreciamos y que seríamos muy felices si nos visitara, y que Dios quiera que eso pudiera suceder pronto".

"Nos sentimos muy honrados de tener a un argentino entre los máximos referentes mundiales en lo que atañe a valores humanos básicos y universales, como son: la paz, la fraternidad con todos, y el cuidado de la tierra que habitamos; tres pilares fundamentales para que la convivencia humana en este pequeño planeta tenga futuro”, aseguró.

El arzobispo correntino resaltó, además, algunos gestos característicos de Francisco expresados a lo largo de su pontificado.

“Apenas elegido Papa, aparece ante la asamblea reunida en la Plaza San Pedro, y se inclina para pedirle al pueblo allí reunido que implore la bendición de Dios sobre él, un pueblo que reaccionaba conmovido por la cercanía del 'buenas tardes' con el que el Papa los había saludado. A los pocos meses, clamando al mundo por la 'globalización de la indiferencia', visita Lampedusa, esa pequeña isla en el mar Mediterráneo que ha sepultado en sus aguas para siempre los sueños de tantos refugiados. Al año de su pontificado, reúne a los líderes religiosos y políticos de Sudán del sur enfrentados a muerte y, en un gesto de humildad que conmovió a los asistentes, se arrodilló y besó los pies de los líderes enfrentados. La madrugada de un jueves, con un ataque a gran escala, Rusia invade Ucrania, y el lunes siguiente el papa Francisco va a la embajada rusa en el Vaticano para intentar mediar en el conflicto entre ese ambos países. Y así podríamos nombrar muchos gestos más, gestos de humildad, de cercanía y de una extremada lucidez evangélica”, detalló el arquidiocesano.

Monseñor Stanovnik también se refirió a que esos gestos se traducen en palabras: “Comparto algunas, que se destacan por su profunda espiritualidad y, al mismo tiempo, por su impacto en la realidad de la vida cotidiana. Las primeras frases de su primera carta apostólica, Evangelii gaudium, sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual, proclaman que “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo, siempre nace y renace la alegría”. Hacia el final de esa carta, recordó, el pontífice afirma: “No hay nada mejor para transmitir a los demás”.

"Al tercer año de su pontificado, el papa Francisco escribe la carta encíclica sobre el cuidado de la creación, Laudato si', y la dirige no solo a los católicos, sino a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, y a todos aquellos que puedan contribuir a detener la degradación de 'la casa común que Dios nos ha confiado'. 'Las tres relaciones vitales: la relación con Dios, con el prójimo y con la tierra, se han roto no solo externamente, sino también dentro de nosotros. Esta ruptura es el pecado'. Por eso, necesitamos volver a escuchar el mandato liberador del Génesis, que nos llama a 'cultivar y custodiar' el jardín del mundo, 'porque las demás creaturas avanzan, junto con nosotros y a través de nosotros, hacia el término común, que es Dios”, profundizó.

El arzobispo correntino habló también sobre la última encíclica del papa Francisco, Fratelli tutti, sobre la fraternidad y la amistad social, y acentuó que está dirigida a todos, también a las autoridades gubernamentales. Mencionó que el mismo Papa explicó que esa encíclica social, "es un humilde aporte a la reflexión para que, frente a diversas y actuales formas de eliminar o de ignorar a otros, seamos capaces de reaccionar con un nuevo sueño de fraternidad y de amistad social que no se quede en las palabras: 'Si bien la escribí desde mis convicciones cristianas, que me alientan y me nutren, he procurado hacerlo de tal manera que la reflexión se abra al diálogo con todas las personas de buena voluntad', afirmó, reflejando así su corazón universal y dando testimonio de la libertad y el amor misericordioso que contempló en Jesús y aprendió en la Iglesia”. 

Para concluir, monseñor Stanovnik pidió: “Dejemos que su ejemplo nos estimule en este tiempo de Cuaresma, 'porque todos estamos llamados a ser santos -nos recuerda el Santo Padre, viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra (…) No te desalientes -nos exhorta- porque tienes la fuerza del Espíritu Santo para que eso sea posible, y la santidad, en el fondo, es el fruto del Espíritu Santo en tu vida'". 

"Pongamos al papa Francisco en las tiernas manos de María de Itatí y recemos por él, como nos lo pide insistentemente. Que el Espíritu Santo lo ilumine, lo sostenga, y lo consuele en su trascendental servicio a la Iglesia”, concluyó. 

Antes de finalizar la misa, el Pueblo de Dios, encabezado por los obispos, rezaron a la Tiernísima Madre de Itatí por el papa Francisco.+ 

» Texto completo de la homilía

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