Jueves 18 de abril de 2024

Los 200 años de la restauración de la Compañía de Jesús recordados en el Museo Mitre

  • 26 de mayo, 2014
  • Buenos Aires (AICA)
Los 200 años de la restauración de la Compañía de Jesús fueron recordados en un acto realizado el jueves 15 de mayo en el Museo Mitre, San Martín 336. Disertaron el padre Ignacio García Mata SJ, representante del provincial de la Compañía para el patrimonio cultural jesuítico; el embajador Eduardo Fleming, presidente de la Asociación Amigos del Museo Mitre, y el naturalista Horacio Aguilar, historiador. Fleming señaló entre los ex alumnos jesuitas a Charles De Gaulle, Alfred Hitchcok, Renato Descartes, Rubén Darío, Lope de Vega e incluso varios papas, entre ellos Clemente XIV, que en 1773 suprimió la Compañía
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Los 200 años de la restauración de la Compañía de Jesús fueron recordados en un acto realizado el jueves 15 de mayo en el Museo Mitre, San Martín 336.

Disertaron el padre Ignacio García Mata SJ, representante del provincial de la Compañía para el patrimonio cultural jesuítico; el embajador Eduardo Fleming, presidente de la Asociación Amigos del Museo Mitre, y el naturalista Horacio Aguilar, historiador.

Invitaron al acto el Ministerio de Cultura, la dirección y la Asociación Amigos de ese museo.

Y entre otros, asistieron el nuncio, monseñor Emil Paul Tscherrig; los embajadores de la India, Amarenda Khatua; de Nicaragua, Norma Moreno Silva; del Salvador, Oscar Menjivar Chávez, y de Hungría, Pál Varga Cotar, y otros diplomáticos, representantes de la Compañía de Jesús de la Argentina y del Uruguay, y personalidades del mundo de la cultura.

Obedecieron con dolor
El padre García Mata recordó que en 1867 el rey Carlos III expulsó a los jesuitas de España y de sus posesiones en América, y en 1773 el papa Clemente XIV, cediendo a las presiones de potencias católicas y de algunos obispos, suprimió la Compañía, que contaba con unos 23.000 miembros y dirigía 700 colegios en el mundo. Los jesuitas obedecieron fielmente, aunque con dolor, dijo, y paradójicamente, dos gobernantes no católicos, Federico II de Prusia y la zarina Catalina II de Rusia, se negaron a prescindir de la formación que los jesuitas impartían en sus tierras.

Pasados más de 40 años, el 7 de agosto de 1814, el papa Pío VII restauró la Compañía; quedaban entonces 150 jesuitas en Roma y unos 600 en el resto del mundo. Y se lanzaron a confesar, predicar, refundar congregaciones y grupos, hacer nacer colegios, publicaciones, santuarios, misiones?

La primera imprenta y el primer astrónomo
El embajador Fleming, coordinador para las celebraciones de esta conmemoración en Buenos Aires, dijo que estamos habituados a considerar que las Misiones de la Paraguaria comprendían Paraguay y Misiones ?por las portentosas y artísticas ruinas de aquella zona- pero se olvida que abarcaban el actual territorio argentino hasta el Estrecho de Magallanes, el Uruguay, el sureste de Brasil y Chile.

Afirmó que se olvida también que debemos a los jesuitas y guaraníes que la actual Mesopotamia sea argentina, gracias a la derrota de los bandeirantes en la Batalla de Mbororé (marzo 1641), en Misiones.

Recordó que la primera imprenta de todo el Río de la Plata fue establecida en la Misión de Loreto (Misiones) para editar libros en guaraní y que el padre Buenaventura Suárez SJ, fue el primer astrónomo no sólo argentino -por nacer en la hoy Santa Fe- sino de todo el continente americano. En la Misión de San Cosme y San Damián, Suárez fabricó sus telescopios.

Fleming recordó que un asesor sobre historia del presidente francés Georges Pompidou estimaba que la expulsión de los jesuitas en 1767, marcó el inicio del desfasaje científico y cultural entre Europa y América Latina.

Animales y plantas
A su vez, el naturalista Horacio Aguilar se refirió a la obra pictórica del sacerdote jesuita Florian Paucke SJ (1719-1780), expuesta en la Sala Moores del Museo. Hizo notar cómo pueden observarse en sus cuadros animales y plantas que sirven para hacer una historia y relevamiento de especies que existían en el río de la Plata, así como de las vestimentas y costumbres de los aborígenes.

Los cuadros son réplicas fotográficas que pertenecen a la señora Elsie Krasting de Rivero Haedo ?autora de muchos libros con el seudónimo Virginia Carreño-, quien a los 102 años desarrolla una activa vida intelectual.

Asistentes
En el acto se mencionó especialmente con afecto a la directora del Museo, María Gowland Mitre, imposibilitada de estar presente por serios problemas de salud.

Entre otros, estuvieron presentes, el presidente de la Junta de Historia Eclesiástica Argentina, presbítero Ernesto Salvia, en representación del cardenal Mario Poli, y el historiador Juan Carlos Arias Divito, de esa entidad; el viceprovincial de la Compañía en la Argentina, padre Andrés Aguerre, y los sacerdotes jesuitas José María Cantó, rector de las facultades de Filosofía y Teología del Colegio Máximo, de San Miguel; Juan José Berli, Jorge Seibold e Ignacio Pérez del Viso; el padre jesuita Alvaro Pacheco, vicerrector en la Universidad Católica del Uruguay; el doctor Carlos Cores, director del departamento de Derecho Civil de esa universidad; el párroco de San Ignacio, presbítero Carlos Baigorria; los embajadores Juan Archibaldo Lanús, Fernando Petrella y Lilian O?Connell de Alurralde; los doctores Antonio Donini, Carlos Bastanchuri, Ana María Cambours Ocampo, Víctor Luis Funes, Luis Arregui, etc. Presentó a los oradores el doctor Manuel Padorno.

La variedad de ex alumnos jesuitas
En su exposición, el embajador Fleming subrayó la importancia del paradigma de una culturización no impuesta por la fuerza en las misiones o reducciones. Realizada sin colonos, sin mestizaje, sin presencia duradera de españoles, no sólo reunía a los indígenas en poblaciones grandes donde se organizaban políticamente, eran vestidos, recibían la catequesis, sino que se creaba un modo de vivir autosuficiente y autosustentable con recursos propios, a la vez que se fomentaba el propio desarrollo estético en música y otras artes.

También expresó que "de Córdoba fueron expulsados los jesuitas, pero no su ilustración". Varios de los próceres de Mayo, como Belgrano, Monteagudo, Castelli, Moreno, Domingo French y muchos otros, se educaron en instituciones fundadas por la Compañía. "No estaban ellos, pero sí sus ideas y enseñanzas y sus bibliotecas".

También hizo una curiosa recorrida por distintos personajes históricos que se formaron en escuelas jesuíticas. Al respecto, el padre George Coyne SJ, director (1978-2006) del Observatorio Astronómico del Vaticano, expresó que el "mosaico de personalidades demuestra que no hay garantías de que salgan "santos". No salen "pasteurizados", por si ese fuese el temor, pero sí salen hombres libres, listos a dar lo mejor de sí, estemos o no de acuerdo con ellos". Y señaló que no debería haber prejuicios para educar a los hijos con los padres jesuitas.

En la extensa y variadísima lista aparecían Charles De Gaulle, Francois Mitterrand, Alfred Hitchcok, Dalmacio Vélez Sarsfield, Renato Descartes, Rubén Darío, Lope de Vega, Charles de Montesquieu, Antoine de Saint Exupery, Peter O?Toole, James Joyce y Fidel Castro. E incluso varios papas, entre ellos, Clemente XIV, que con su breve pontificio de 1773 suprimió la Compañía.+ (Jorge Rouillon)