Miércoles 6 de agosto de 2025

Mons. Carrara: 'Mirando al Cura de Ars, redescubrir el sacramento de la Reconciliación'

  • 6 de agosto, 2025
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo de La Plata presidió la celebración eucarística en el seminario San José en memoria del Santo Cura de Ars, quien decía que "el sacerdocio es el amor del corazón de Jesús".
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En memoria de San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars, patrono de los sacerdotes, el arzobispo de La Plata, monseñor Gustavo Carrara, presidió la misa del exalumno en la capilla del seminario mayor San José, el martes 5 de agosto.

Concelebraron la Eucaristía los obispos auxiliares, monseñor Alberto Bochatey OSA, monseñor Jorge González y monseñor Federico Wechsung; el arzobispo emérito de Bahía Blanca, monseñor Guillermo Garlatti y varios sacerdotes del clero local y de otras diócesis, algunos de ellos celebrando 25, 50 y 60 años de ordenación.  

En un clima de fraternidad y unidad pastoral, el pastor arquidiocesano pidió en su homilía que, "como principal deseo en este día, recemos por las vocaciones sacerdotales: Le rezamos a Jesús Buen Pastor para que nos envíe pastores según su corazón", dijo.

Recordó que San Juan María Vianney "repetía con frecuencia, de un modo bello y profundo, que el sacerdocio es el amor del corazón de Jesús, un amor que no se guarda nada para sí, que no da algo de sí, sino que como pan eucarístico se parte y reparte en el servicio al santo pueblo fiel de Dios".

Manifestó también que "cada santo es una misión, cada santo fomenta con su vida algún aspecto del misterio cristiano", y aseguró que "tal vez lo distintivo de San Juan María Vianney sea el ayudarnos a redescubrir el sacramento de la Confesión y de la Reconciliación".


"No podemos prescindir de la misericordia de Dios"
"Contemplar la figura del Cura de Ars -continuó- nos hace preguntarnos a nosotros, los sacerdotes, los obispos, cómo andamos con el sacramento de la Reconciliación, y si nosotros lo frecuentamos, donde allí se da el encuentro con la misericordia de Dios y no podemos prescindir de ella. ¡Qué sería de nuestro sacerdocio sin la misericordia de Dios!".

Señaló además que "nosotros, al confesar lo imitamos a Cristo, aunque sea confesando nuestros propios pecados. Como sacerdotes no podemos renunciar a querer imitar al Señor y también como sacerdotes, a semejanza del cura de Ars, tenemos que estar disponibles para la confesión, disponibles para el Pueblo de Dios; hay que dedicarle tiempo a nuestra gente y no escapar de ella".

Finalmente, deseó que el Santo de Ars "nos conceda dos gracias: la primera, frecuentar nosotros el sacramento de la Reconciliación, y como segunda gracia, buscar con creatividad cómo estar disponibles para escuchar al Pueblo de Dios".

Luego de la celebración se compartió un almuerzo fraternal.+