Sábado 20 de abril de 2024

Llamado a renovarse a través del sacramento de la reconciliación

  • 20 de marzo, 2013
  • Puerto Iguazú (Misiones) (AICA)
El obispo de Puerto Iguazú, monseñor Marcelo Raúl Martorell, estimó que la liturgia de la Palabra del pasado domingo propone rever la íntima relación entre la Pascua y la liberación del pecado, el cual exige una "continua repetición y renovación" a lo largo de la vida, ya que nadie puede considerarse impecable. "Todos los hombres son pecadores, nadie por lo tanto tiene el derecho de erigirse en juez de los demás. Sólo uno lo tiene: el Señor, el Inocente, el que no tiene pecado. Mas Él no hace uso de este derecho, prefiere ejercer el poder de Salvador", enseñó.
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Monseñor Marcelo Raúl Martorell, obispo de Puerto Iguazú, en la provincia de Misiones, estimó que la liturgia de la Palabra del pasado domingo propone rever la íntima relación entre la Pascua, "realizada para siempre y para todos por Cristo", y la liberación del pecado, el cual exige una "continua repetición y renovación" a lo largo de la vida, ya que nadie puede considerarse impecable.

Al meditar el episodio evangélico de san Juan sobre la mujer adúltera, monseñor Martorell reconoció que Jesús supera un antiguo criterio de vida en Israel e inaugura uno de mayor plenitud: "Todos los hombres son pecadores, nadie por lo tanto tiene el derecho de erigirse en juez de los demás. Sólo uno lo tiene: el Señor, el Inocente, el que no tiene pecado. Mas Él no hace uso de este derecho, prefiere ejercer el poder de Salvador".

El obispo recordó que el sacramento de la reconciliación habilita "aquel gesto liberador de Cristo, que confiere al hombre el perdón y la gracia para luchar contra el pecado y para no pecar más".

"Tenemos que ganar la misericordia y el perdón de Cristo a través de la Iglesia, en el camino nuevo del sacramento de la reconciliación. Esta es la gran novedad que nos propone la gracia de Dios y este tiempo cercano a la Pascua es el tiempo propicio para buscar el perdón y experimentar la misericordia infinita de Dios", enseñó.

Finalmente, el prelado compartió una impresión de la lectura del apóstol san Pablo que resume el sentido del evangelio dominical: "Pablo sabe que el camino no es fácil, que lleva consigo continuas luchas y nuevas liberaciones para alcanzar a Cristo y poseerlo. Que nadie piense que ya está en la meta, sino que debe lanzarse, debe seguir corriendo para conseguir y ganar a Cristo, como Pablo mismo fue ganado por Cristo".+

Texto completo de la homilía