Sábado 20 de abril de 2024

La Santa Sede apoya el plan de la ONU para acoger a refugiados de Ucrania

  • 4 de marzo, 2022
  • Nueva York (Naciones Unidas) (AICA)
El Observador Permanente del Vaticano ante las Naciones Unidas recordó que "Acoger, proteger y asistir a los cientos de miles de refugiados que huyen de Ucrania es una responsabilidad común".
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"La Santa Sede agradeció la publicación conjunta del Llamado Humanitario Urgente y el Plan Regional de Respuesta a los Refugiados de Ucrania, ya que el número de víctimas civiles y los daños en infraestructuras cruciales siguen aumentando y son motivo de preocupación", expresó el arzobispo Gabriele Caccia, observador permanente del Vaticano ante las Naciones Unidas, con motivo del "Llamado Urgente Humanitario y el Plan Regional de respuesta para refugiados de Ucrania", realizado en Nueva York el 1 de marzo de 2022.

En su intervención el arzobispo indicó que, según las cifras recientemente publicadas, son casi 700.000 las personas que huyen hacia los países vecinos: una cantidad que probablemente aumentará con la interrupción de las cadenas de suministros locales y el acceso a los alimentos, así como otros bienes básicos y servicios esenciales.

Recordando las palabras del papa Francisco pronunciadas el pasado domingo 27 de febrero, "es urgente abrir corredores humanitarios", monseñor Gabriele Caccia, afirmó que es fundamental "garantizar el acceso pleno, seguro y sin obstáculos" de los agentes humanitarios para que puedan prestar rápidamente asistencia a la población civil necesitada en Ucrania.

"La protección de la población civil, así como del personal humanitario, de acuerdo con el derecho internacional humanitario, debe ser una prioridad", puntualizó el prelado.

Por otra parte, monseñor Gabriele Caccia subrayó que la Santa Sede elogia a los Estados que, "con espíritu de solidaridad, acogen a los refugiados en busca de seguridad" y también a los que ofrecen ayuda humanitaria a los necesitados:

"Acoger, proteger y asistir a los cientos de miles de refugiados es una responsabilidad común; los esfuerzos para satisfacer las necesidades de quienes huyen en busca de seguridad deben respetar el principio de no devolución y nuestras obligaciones comunes en virtud del derecho internacional, incluido el derecho internacional de los refugiados, y ofrecerse de forma no discriminatoria".

Finalmente el arzobispo Caccia hizo hincapié en que la Santa Sede se une a los numerosos Estados miembros "que han pedido el cese inmediato de las hostilidades", optando por la vuelta a la diplomacia y al diálogo.

"A medida que avanzamos en esta situación, la Iglesia católica y sus instituciones caritativas (ya sea en la distancia o sobre el terreno), están ayudando incansablemente a miles de personas y  seguirán haciéndolo", concluyó.+