Miércoles 5 de noviembre de 2025

La comunidad parroquial de San Martín de Porres celebró su fiesta patronal

  • 5 de noviembre, 2025
  • Buenos Aires (AICA)
En la misa, presidida por Mons. García Cuerva, el arzobispo porteño invitó a imitar las virtudes del santo: curar heridas, construir fraternidad y vivir con buen humor.
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La comunidad parroquial de San Martín de Porres celebró el 3 de noviembre su fiesta patronal con una misa presidida por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva.

En su homilía, el arzobispo destacó que, a la luz del Evangelio y del ejemplo del santo, los creyentes están llamados a vivir sus virtudes. "Le pedimos a Dios que nos conceda la vida de San Martín de Porres, que podamos nosotros vivir a ejemplo de él sus virtudes", expresó.

El prelado propuso tres aspectos del santo para imitar en la vida cotidiana: curar las heridas, construir la fraternidad y vivir con alegría.

En primer lugar, invitó a "curar las heridas del alma" de quienes nos rodean: "Todos nosotros estamos llamados a curar las heridas del alma de tantos hermanos nuestros con los que convivimos: en la familia, el trabajo, la escuela o la comunidad parroquial". Añadió que "una manera de amar es acariciar las heridas del alma de tantos que sufren".

El segundo aspecto fue la fraternidad, resaltando que San Martín de Porres fue un ejemplo de unidad. "Él quiso a todos y quiso vivir el Evangelio para todos. Hay muchas cosas que nos dividen, el fútbol, la política. ¿Por qué no buscamos lo que nos une? ¿Por qué no tratamos de mirarnos como hermanos?", planteó.

Finalmente, el arzobispo habló de la alegría como don de Dios: "Dicen que era un hombre de muy buen humor. Qué lindo pensar que el buen humor es una característica de la santidad. Su vida no fue fácil, tampoco la nuestra, pero el buen humor fue un buen lubricante para las relaciones de todos los días".

En el marco de la celebración de los fieles difuntos, recordó que "la muerte no tiene la última palabra, porque Dios venció a la muerte para siempre".

Para concluir, monseñor García Cuerva animó a los presentes: "Si queremos ser como San Martín, entonces a curar heridas, a no meter el dedo en la herida, a vivir la fraternidad y a ponerle buena onda, para que se note que somos seguidores de Jesús y miembros de la comunidad de San Martín de Porres, siguiendo sus pasos de santidad".+