Instituciones laicales y catequistas de San Luis celebraron sus jubileos

En el marco del Año de la Misericordia, el pasado fin de semana la diócesis de San Luis congregó a las instituciones laicales y a los catequistas para celebrar sus jubileos. Laicos de más de 50 instituciones se congregaron el viernes 19, mientras que los catequistas tuvieron su celebración el domingo 21, en coincidencia con el día de San Pío X, patrono de su vocación.

Monseñor Pedro Daniel Martínez Perea, obispo de San Luis, dispuso otorgar las gracias jubilares a los miembros de las instituciones laicales de la diócesis y a los catequistas, quienes celebraron sus jubileos el pasado fin de semana.

Laicos de más de 50 instituciones de diversos carismas se encontraron el viernes 19 de agosto, recibieron la bendición y el envío de manos del presbítero Ignacio Daminato, delegado episcopal para la Pastoral Diocesana, e iniciaron la jornada jubilar con una misión por las calles del microcentro puntano. Los más jóvenes animaron con cantos, representaron la parábola del hijo pródigo y guiaron el Santo Rosario.

Al atardecer, entraron juntos por la Puerta Santa de la catedral y se unieron en la celebración eucarística presidida por monseñor Martínez Perea, concelebrada por los presbiteros Daminato y Jesús Narváez, asesor diocesano de la Acción Católica. Allí, las instituciones renovaron su compromiso misionero.

El presbítero Daminato invitó a "sentir el gozo de haber sido llamados a trabajar en la viña del Señor; tener la certeza de que Cristo venció y, por tanto, nuestra labor se convierte en victoriosa, y vivir con confianza este llamado irrenunciable porque Dios nos auxilia permanentemente". Monseñor Martínez Perea los bendijo y agradeció la labor misionera de los movimientos que trabajan en la diócesis.

Los catequistas, por su parte, tuvieron su jubileo el domingo 21 de agosto, día en que se honra la memoria de San Pío X, en una intensa jornada de reflexión, oración y encuentro fraterno en el Instituto Aleluya. Finalizadas las actividades, se dirigieron en peregrinación a la Catedral para atravesar juntos la Puerta Santa.

El obispo presidió la misa de cierre, los invitó a renovar su compromiso catequístico y destacó la tarea catequística: "La catequesis es una tarea central en la vida de la Iglesia: no existiría la vida cristiana sin la transmisión de la fe que nos permite vivir en orden a la vida eterna". Monseñor Martínez Perea les agradeció por colaborar "en una obra de misericordia tan bella como enseñar y dar buen consejo". +