Homenaje del Papa a Dom Guéranger, pionero del renacimiento litúrgico moderno

El Papa le rindió tributo a la profunda devoción litúrgica y la fidelidad a la Iglesia del siervo de Dios Dom Prosper-Louis-Pascal Guéranger OSB, en el 150° aniversario de su muerte.

El Papa Francisco dirigió un mensaje a la Congregación Benedictina Francesa de Solesmes, con motivo del 150° aniversario de la muerte de su fundador, el abad Prosper-Louis-Pascal Guéranger (1805-1875), quien restauró el monaquismo benedictino en Francia en el siglo XIX y fue pionero del renacimiento litúrgico moderno.

En un mensaje, dirigido al abad benedictino de Saint-Pierre de Solesmes y presidente de la Congregación de Solesmes, padre Geoffroy Kemlin, Francisco trasladó al abad su "afectuosa cercanía", y también hacia quienes han comprometido su vida siguiendo a Guéranger, y a quienes dan a conocer su vida y obra.

El pontífice remarcó cómo sus predecesores en el papado pusieron de relieve, a lo largo de sus pontificados, las "diversas expresiones de su carisma para la edificación de toda la Iglesia". Especialmente, el papel del recordado abad como restaurador de la vida monástica benedictina en Francia, su ciencia litúrgica puesta al servicio del pueblo de Dios, su ardiente piedad hacia el Sagrado Corazón de Jesús y de la Virgen María, sus obras en favor de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción y de la infalibilidad papal, y sus escritos en defensa de la libertad de la Iglesia.

Francisco valoró a Guéranger también por su "fidelidad a la Santa Sede y al Sucesor de Pedro".

"El redescubrimiento histórico, teológico y eclesiológico de la liturgia como lenguaje de la Iglesia y expresión de su fe estuvo en el centro de su obra, primero como sacerdote diocesano y luego como monje benedictino. Este redescubrimiento inspiró, en particular, sus publicaciones en favor del retorno de las diócesis de Francia a la unidad de la liturgia romana", remarcó.

Otro de los aspectos que definieron el carisma de Dom Guéranger fue el de la "paternidad espiritual", dados sus esfuerzos enfocados en ayudar a las almas en la búsqueda de Dios.

"Modelada por la Regla benedictina y la alabanza divina, su confianza en Dios tocó el corazón de los monjes que acudían a él, el de las monjas que se beneficiaban de sus enseñanzas, el de hombres y mujeres con responsabilidades en la Iglesia y la sociedad y, especialmente, el de los padres y madres de familia, el de los niños, el de los pequeños y el de los humildesz, todos los cuales buscaban su consejo espiritual", enumeró.

Todos ellos, ya fuese en tiempos de paz como de adversidad, "encontraron en él el fortalecimiento o la renovación de su fe, el gusto por la oración y el amor a la Iglesia".

"Que su ejemplo de docilidad al Espíritu Santo y de servicio inspire y guíe a muchos fieles en los caminos del Señor, `mansos y humildes de corazón'", añadió Francisco. 

"Ruego para que la obra del siervo de Dios Dom Guéranger siga produciendo frutos de santidad en todo el pueblo fiel, y siga siendo también un testimonio vivo de la fecundidad de la vida monástica, en el corazón de la Iglesia", concluyó el Papa.+