Lunes 25 de noviembre de 2024

Francisco: "El mundo está cada vez más marcado por los abusos cometidos en nombre de Dios"

  • 4 de noviembre, 2022
  • Bali (Indonesia) (AICA)
En una carta al Foro de las Religiones en Bali, Indonesia, el pontífice recordó que el extremismo, el radicalismo y el terrorismo "no tienen nada que ver con el espíritu auténtico de la religión".
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El papa Francisco remitió una carta a los participantes del Foro de Líderes Religiosos R20, antesala de la cumbre del G20, que se realizó los días 2 y 3 de noviembre en la isla de Bali, Indonesia, y de la que participaron en representación de la Argentina el presbítero Carlos White, secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal de Ecumenismo, Relaciones con el Judaísmo, el Islam y las Religiones; y la rabina Silvina Chemen, de la comunidad judía Bet-El.

En su misiva, el pontífice lamentó que “el mundo esté cada vez más marcado por el abandono de Dios y los abusos cometidos en su nombre”.

“Debemos afirmar que el extremismo, el radicalismo, el terrorismo y otros incentivos para el odio, la hostilidad, la violencia y la guerra, cualesquiera que sean sus motivaciones y objetivos, no tienen nada que ver con el espíritu auténtico de la religión y deben ser rechazados en los términos más contundentes posibles”, sintetizó Francisco, quien por estos días realiza una visita apostólica a Bahréin.

El Papa insistió en la responsabilidad de los líderes religiosos de “impulsar los caminos del diálogo mutuo, el amor y la reconciliación”.

“La religión, lejos de ser la causa de las múltiples crisis a las que nos enfrentamos hoy, es parte de la solución”, subrayó.

El clamor de los perseguidos
La voz de los perseguidos también se escuchó en el R20. “La situación de los cristianos iraquíes sigue siendo muy incierta. Hay muchos problemas heredados del pasado y que continúan hoy”, advirtió en declaraciones a El Independiente monseñor Bashir Warda, arzobispo de la Iglesia Católica Caldea, la principal rama que profesa la castigada comunidad cristiana local. En 2003 había alrededor de 1,3 millones de cristianos en Iraq. La cifra actual ha caído por debajo de los 250.000. La mitad de las familias, unas 8.000, regresaron a la llanura de Nínive pero muy pocas a Mosul porque no se sienten seguras”.

“No existe una estrategia para proporcionarles modos de vida y la gente tiene miedo de invertir. Van al día”, explicó.+