Francisco alienta a los obispos colombianos a promover el diálogo y la reconciliación
- 25 de marzo, 2022
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Fue durante una audiencia de 40 minutos con la presidencia de la Conferencia Episcopal Colombiana. Habló de los esfuerzos por la paz, el problema del narcotráfico y la continuidad del camino sinodal.
El papa Francisco recibió el 24 de marzo en audiencia privada a los obispos de la presidencia de la Conferencia episcopal de Colombia, a los que los alentó a seguir promoviendo el diálogo y la reconciliación en ese país, sobre todo en vísperas de elecciones presidenciales.
Participaron del encuentro, de unos 40 minutos, con el pontífice monseñor Luis José Rueda Aparicio, presidente del episcopado colombiano; monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, vicepresidente y arzobispo de Popayán, y monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general.
“Vinimos a compartirle al Santo Padre los grandes dolores y desafíos de Colombia”, expresaron los obispos colombianos en declaraciones a Vatican News, tras la audiencia con Francisco.
Los obispos colombianos y el Papa hablaron de reconciliación y de paz, de los más de 50 años de conflictos armados, de narcotráfico, desplazamientos forzados, inequidad y muerte, pero tampoco se pueden ignorar las riquezas de un pueblo que van desde su cultura hasta una profesión de fe, mayoritariamente católica, y que no abandona la esperanza y lucha por una mejor calidad de vida y dignidad humana.
“Es una oportunidad maravillosa poder encontrarnos con el Santo Padre para hablar de lo central, de la razón de ser de la Iglesia católica en todo el mundo, que es la evangelización”, comenta monseñor Rueda, al destacar que el proceso sinodal, el espíritu sinodal, ha sido el primer tema tratado con Francisco. En especial, los obispos colombianos agradecieron la clave que el pontífice ha propuesto a la Iglesia para “tratar de entendernos primero como pueblo de Dios y luego, como pueblo de Dios en camino”.
En este sentido, el arzobispo de Bogotá confirmó que el camino sinodal ha sido asumido en cada una de las jurisdicciones eclesiásticas, donde se ha realizado una profunda consulta sinodal y se ha podido dialogar con distintos sectores humanos, las academias, los líderes sociales, los indígenas, los afroamericanos, niños, jóvenes y movimientos apostólicos. Sin embargo, el prelado insistió en la necesidad de que el Sínodo y la sinodalidad no se conviertan en una frase, sino en “una actitud, una manera de ser Iglesia, una manera de ser pueblo de Dios”.
La importancia de la I Asamblea Eclesial Latinoamericana, en noviembre, que ha avanzado paralelamente con el camino sinodal, también fue tema de conversación con el Pontífice. Y al respecto, el presidente de la CEC destacó que “desde hace muchos años, motivados por el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y por el Concilio Vaticano II, la Iglesia latinoamericana “ha aprendido a ser pueblo de Dios y en esto llevamos un avance y sensibilidad mayor de sinodalidad”, agregó, con respeto a otras iglesias.
“Por supuesto que Colombia tiene avances, tiene cosas positivas, ha hecho evoluciones en todos los campos incluso, en lo social, hay un gran sentido de solidaridad, por ejemplo, con la cuestión de la migración, pero tenemos grandes dolores, grandes desafíos que compartimos con el Santo Padre”. Éstas las palabras de monseñor Sánchez, al dividir estos retos en tres grandes grupos: la inequidad, la pobreza y la ilegalidad.
El “abismo enorme” en temas de inequidad y pobreza en Colombia fue ilustrado por el arzobispo de Popayán con cifras: Cerca de 7 millones de personas viven en pobreza absoluta y 21 millones de personas, según las últimas estadísticas, pasan hambre: “En la grande plataforma económica que tiene el país, no se logra integrar a tantos pobres. Hay una pobreza muy distante de los grandes capitales, y eso escandaliza, esa brecha duele y la compartimos con el Santo Padre”.
En este contexto, el vicepresidente de la CEC subrayó que esta situación ha provocado reclamaciones sociales, de derechos sociales, por parte de esa pobreza que “ya no guarda silencio” y que se ha traducido en manifestaciones, paros, y protestas que son la expresión del “dolor que está en la estructura del país”.
El tema de la ilegalidad y también de “esa legalidad” que, de alguna manera, se mueve a partir de la ilegalidad, la producción de coca y de otros cultivos de uso ilícito y su consecuencia directa, el narcotráfico, también fueron tocados en el encuentro con Francisco.
“Colombia está atrapada en una herradura”, explica monseñor Sánchez al hablar de los territorios que en Colombia engloban el negocio del cultivo, el tráfico y la violencia armada por su dominio y control. “Ahí, la maquinaria de guerra se fortalece con esos capitales y, por supuesto, ahí también hay muchas víctimas, hay reclutamiento forzado, ahí hay temas muy graves de asesinatos por temas políticos, por temas de Derechos Humanos, por temas de reclamación de territorios, temas ambientales, en fin, digamos que esa es una amenaza muy grande para el país.
“La apuesta de paz en el país se ha ido a la sombra, ha bajado en el marco de interés nacional, nos hemos resignado al conflicto”. Con estas palabras describe el arzobispo de Popayán el tema de la reconciliación y la paz que tanto preocupa al Papa Francisco. Tras hablar de los acuerdos de desmovilización de una de las guerrillas (FARC) en La Habana, el prelado colombiano, afirma que sus débiles resultados han impedido un “verdadero clima de paz”, que “lo haya saboreado la sociedad civil y lo haya valorado como para querer continuar en esa batalla.
“Digamos que la paz ahora no es un propósito nacional. Digamos que los colombianos, los grupos que lideran lo político, no consideran que la paz sea una variable determinante”, enfatizó el arzobispo de Popayán, no sin antes manifestar que espera que las “nuevas contiendas electorales le den un poco más de proyección a estos grandes temas”.
Monseñor Alí Herrera comentó a Vatican News los diversos encuentros que ha tenido la presidencia de la CEC en su paso por los dicasterios de la Santa Sede. En particular, mencionó la visita a Propaganda Fide, con el cardenal Luis Antonio Tagle, a quien presentaron la situación de los nueve vicariatos apostólicos del país y de algunas diócesis que, a pesar de ser territorios muy pobres, “hacen un trabajo evangelizador y misionero muy importante”. De igual manera, la Comisión para América Latina y la Congregación para la Causa de los Santos, fueron también dos importantes visitas.
“Hicimos como una lista de nuestros datos y de todas aquellas personas que están en proceso de beatificación y de canonización. La próxima será la madre Berenice, una mujer muy santa que hizo un trabajo apostólico hermoso y es la madre de todas las Hermanas de la Anunciación que, en Colombia y en tantas regiones de Latinoamérica, tienen una extensión evangelizadora muy importante”.+