Jueves 21 de noviembre de 2024

Francisco alentó al pueblo indonesio a seguir viviendo 'la unidad en la diversidad'

  • 4 de septiembre, 2024
  • Yakarta (Indonesia) (AICA)
En su primer discurso en el país -dirigido a una comitiva de 300 personas durante su visita al palacio presidencial Istana Merdeka-, el Papa se refirió al "respeto mutuo de todos los grupos humanos".
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Continuando con su 45° viaje apostólico por Asia y Oceanía, el Papa Francisco visitó, el miércoles 4 de septiembre, el palacio presidencial Istana Merdeka, de Indonesia, donde mantuvo un encuentro con el presidente de esa nación, Joko Widodo, a quien le agradeció su recepción y la invitación al país.

Allí, ambos mandatarios apreciaron juntos una danza típica interpretada por niños y siguieron los protocolos de honor, con la interpretación de los himnos de Indonesia y del Estado del Vaticano. Poco después, en la Sala de Credenciales, y tras firmar el Libro de Honor, Francisco mantuvo un encuentro privado con el presidente Widodo.

Posteriormente, el pontífice se dirigió a un estrado ubicado a metros del palacio, donde pronunció su primer discurso, frente una comitiva de 300 personas compuestas por autoridades políticas y religiosas, miembros del Cuerpo Diplomático, emprendedores, representantes de la sociedad civil y de la cultura en Yakarta.

El Papa centró sus palabras en la convivencia pacífica de la multiplicidad de culturas, lenguas, etnias y religiones que habitan el archipiélago más grande del mundo.

"Así como el océano es el elemento natural que une a todas las islas indonesias, el respeto mutuo de las particularidades de todos los grupos humanos que las componen es el hilo conductor que hace que el pueblo indonesio se mantenga unido y se sienta orgulloso", señaló.


"Bhinneka tunggal ika"
"'Unidad en la diversidad', tal es el significado de Bhinneka tunggal ik', lema nacional indonesio que expresa la realidad multiforme de pueblos que son diversos, pero firmemente integrados en una sola nación":  estas fueron las palabras introductorias del Santo Padre, quien describió a Indonesia, su gente y biodiversidad como un "magnífico mosaico", en el que cada pieza forma "una obra original y preciosa".

"La armonía en el respeto a las diferencias se logra cuando cada opinión particular tiene en cuenta las necesidades que son comunes, y cuando cada etnia y confesión religiosa actúa con espíritu de fraternidad, persiguiendo el noble objetivo de servir al bien de todos", afirmó el Obispo de Roma, que recordó lo trascendental de "ser conscientes de la propia contribución y solidaridad, que son la base para buscar evitar la polarización de las diferencias y transformar la confrontación en colaboración".

"Este sabio y delicado equilibrio entre la multiplicidad de culturas, las diferentes visiones ideológicas y las razones que fundamentan la unidad, debe ser defendido continuamente contra cualquier desajuste, en especial por la política para alcanzar la equidad, el respeto de los derechos fundamentales, el desarrollo sostenible y la paz", dijo.

El diálogo interreligioso, un antídoto ante la intolerancia
En un país mayoritariamente musulmán, Francisco señaló que, para "favorecer una armonía pacífica y constructiva que garantice la paz y unifique los esfuerzos para vencer los desequilibrios y bolsas de miseria que aún persisten en algunas zonas del país, la Iglesia católica desea incrementar el diálogo interreligioso".

En efecto, eliminar los prejuicios y fomentar un clima de respeto y de confianza mutua son, para el Papa, "factores imprescindibles para afrontar retos como los del extremismo y la intolerancia, que -tergiversando la religión- intentan imponerse, sirviéndose del engaño y la violencia". 

"Y la Iglesia católica -insistió el sucesor de Pedro- se pone al servicio del bien común, en cooperación con las instituciones públicas y de la sociedad civil, para estimular la formación de un tejido social más equilibrado".


Los obstáculos que impiden la fraternidad
En otro pasaje de su discurso, el Santo Padre se refirió a la particular referencia que, tanto la Constitución de 1945 como la Ley Fundamental de Indonesia, hacen a Dios todopoderoso y a la necesidad de que su bendición descienda sobre ese Estado que nacía entonces.

"Unidad en la multiplicidad, justicia social, bendición divina -destacó el Papa- son los principios fundamentales destinados a inspirar y guiar la construcción de la Nación". 

Sin embargo, Francisco advirtió sobre las tendencias que hoy obstaculizan el desarrollo de la fraternidad, como los "conflictos violentos, que a menudo son el resultado de la falta de respeto mutuo, del deseo intolerante de hacer prevalecer a toda costa los propios intereses, posiciones o visiones, causando un sufrimiento interminable para comunidades enteras, y dan lugar a auténticas guerras sangrientas".

Además, sostuvo que, a menudo, las tensiones violentas que surgen en el interior de los mismos estados son el intento de los que detentan el poder de "uniformarlo todo, imponiendo su visión", incluso en asuntos que competen a cada individuo o grupo autónomo. También mencionó las "persuasivas declaraciones políticas y la falta de un efectivo compromiso para construir una verdadera justicia social".

Fe en Dios, sin manipulaciones ni divisiones
Retomando el tema de la bendición de Dios presente en los documentos de la Nación indonesia, el Papa Francisco indicó que, así como muchas personas la consideran superflua para la promoción del ser humano y para la sociedad civil, hay casos en los que la fe en Dios se coloca en primer plano, "lamentablemente para ser manipulada y servir, no para construir la paz, la comunión, el diálogo, el respeto, la colaboración y la fraternidad, sino para fomentar las divisiones y aumentar el odio", enfatizó.

Al respecto, el Santo Padre hizo suyas las palabras que san Juan Pablo II pronunció durante su visita a ese mismo palacio, en 1989, durante la que habló de la legítima pluralidad, del respeto a los derechos humanos y políticos, y de la unidad nacional, basada en la tolerancia y respeto a los demás.

El Santo Padre concluyó su discurso manifestando su deseo de que todas las personas, en sus quehaceres cotidianos, sepan inspirarse en estos principios y hacerlos efectivos en el desempeño ordinario de sus respectivas funciones. 

Y, así como inició su discurso agradeciendo la acogida del presidente Widodo y expresando su deseo de un fructífero servicio al presidente electo, Prabowo Subianto, el Papa bendijo al pueblo indonesio y deseó que Dios les conceda a todos la paz, para un futuro lleno de esperanza".+