Miércoles 24 de abril de 2024

El presbítero Pedro Oeyen celebró sus bodas de oro sacerdotales

  • 14 de diciembre, 2016
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
El presbítero Pedro Oeyen, de la diócesis de San Isidro, celebró su 50º aniversario como sacerdote el 7 de diciembre. Sus bodas de oro, celebradas el 7 de diciembre en la catedral San Isidro Labrador, fueron ocasión para que el sacerdote dirija una carta a la comunidad.
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Con motivo de cumplir sus bodas de oro sacerdotales, el presbítero Pedro Oeyen, sacerdote de la diócesis de San Isidro, compartió con la comunidad su alegría por los 50 años de vida sacerdotal, mediante una carta en la que agradeció "no sólo a Dios, sino a todos los que me ayudaron y acompañaron en estos años: obispos, sacerdotes, religiosas, laicos y familiares".

En su mensaje, el padre Pedro recordó que "la vida de un sacerdote diocesano está íntimamente ligada a las comunidades y ambientes en los que desarrolla su ministerio", e hizo un repaso por los momentos más importantes del período que por estos días celebra.

El presbítero Oeyen recibió la ordenación sacerdotal de manos de monseñor Antonio María Aguirre, entonces obispo de San Isidro, en 1966, y dio sus primeros pasos como sacerdote en esa misma catedral. Fue párroco de Nuestra Señora de Lourdes, en Béccar; encargado de la capilla de Nuestra Señora de la Unidad, en Olivos; párroco de Santo Domingo de Guzmán, en Acassuso y, desde hace más de 22 años, párroco de la catedral San Isidro Labrador, en San Isidro.

Simultáneamente, le tocó ser canciller y luego vicario general del obispado, también asesor diocesano de las mujeres de Acción Católica y del Equipo de Pastoral Familiar. Se dedicó con mucho entusiasmo a la catequesis, como miembro de la Junta Nacional y encargado del Equipo Nacional de Adultos. En la diócesis, fue director de la Junta y de la Escuela Superior.

Con su excelente equipo, instalaron en el país la catequesis familiar y elaboraron el texto "Creciendo en la fe con nuestro hijo" en cinco tomos, que fue íntegramente reelaborado cuatro veces, del que se hicieron más de 40 reediciones, con un total de 500.000 ejemplares vendidos.

Durante sus años de sacerdote dictó cursos y conferencias en nuestro país, también en el exterior y realizó múltiples tareas en la diócesis. Publicó además unos 20 libros y numerosos artículos sobre temas catequísticos, pastorales, religiosos e históricos.

En su carta, el presbítero Oeyen destaca que "lo más importante fue haber conocido y acompañado a comunidades, familias y personas admirables, siendo para ellos un puente para que se encontraran con Dios y sus hermanos".

El festejo central fue la celebración de la misa concelebrada con obispos y sacerdotes, y presenciada por la comunidad, que compartió con el sacerdote su alegría y acción de gracias. Acompañó la celebración el coro de la catedral, con la Misa Criolla. El festejo se prolongó en un encuentro comunitario en la casa parroquial.+